Si el Ajedrez es lucha, el mejor es Camavinga; si el Ajedrez es ciencia, el mejor es Toni Kroos; si el Ajedrez es arte, el mejor es Bellingham. Y es que el tablero del Real Madrid obliga a Carlo Ancelotti a estrujarse la cabeza para elaborar la mejor partida posible con una plantilla que, aunque le facilita el trabajo gracias a su enorme polivalencia, necesita dar con la tecla definitiva. Un juego que enseña a planificar y anticiparse a los movimientos del contrincante, al mismo tiempo que potencia el autocontrol y el buen juicio.
Hay un dicho en el mundo del ajedrez (‘Cuando veas una buena jugada, trata de encontrar otra mejor’) que explica a la perfección lo que quiere diseñar el entrenador italiano con la plantilla del Real Madrid. Y es que la versatilidad que ofrecen muchas de sus piezas le permite probar hasta dar con el mejor once posible. Y como toda regla tiene su excepción, también existen futbolistas a los que no les gusta en exceso el rol que les ha tocado en el tablero: futbolistas que prefieren ser alfiles y no caballos (Rodrygo), peones que no quieren ser torres (Tchouaméni), otros que no están contentos cuando son sacrificados para que les ‘coma’ el rival (banquillo)… y una reina, que tiene libertad de movimientos, que no termina de tener claro cuál es su posición (Camavinga).
En el tablero de Ancelotti, lo que es una certeza es que la figura del rey es para Jude Bellingham y como tal, había que protegerlo diseñando un esquema en el que se encontrase lo más cómodo posible.
La reina de su tablero
El primer Clásico de la temporada dejó patente que resguardar a tu reina en el banquillo nunca es una buena idea. Eduardo Camavinga, que fue clave para que el Real Madrid diese la vuelta al marcador frente al Barcelona (1-2), se convirtió en el héroe silencioso en un partido en el que el conjunto blanco no consiguió descifrar los movimientos de el rival. Potente, ágil, fuerte, con buen manejo de balón… y con una versatilidad que le ha convertido en el mejor arma de Carlo. De lateral izquierdo, de interior o de pivote, pero la figura de Camavinga debería estar siempre en el once del conjunto blanco.
«Tener más llegada a portería es un aspecto que estamos intentando que mejore. Lo que le falta es llegada peligrosa a la portería rival porque sólo ha marcado un gol y ha tenido dificultades para acercarse a la portería», le pidió el italiano al centrocampista francés en el inicio de la temporada. Frente al Barça, el 12 fue la mejor solución en ataque a pesar de jugar de lateral izquierdo, único futbolista capaz de desbordar al rival y romper líneas para buscar la claridad en los últimos metros. Con la lesión de Tchouaméni se le vuelve a abrir la puerta, una que posiblemente acabe tocando otro futbolista… por las dudas que hay en el lado izquierdo. Mendy no termina de arrancar y con Fran García están haciendo un intensivo para que no rehuya de los duelos.
Las piezas más rebeldes
«Siempre he dejado claro que tengo facilidad para jugar en las bandas, simplemente no me gusta jugar de 9, aunque en mi club tengo que hacerlo. En Brasil tengo más libertad para moverme». Toda una declaración de intenciones de Rodrygo, que ha visto cómo su posición en el terreno de juego se ha visto modificada tras la marcha de Benzema y la llegada de Bellingham en verano. Y ahí es donde irrumpe el trabajo del maestro Carlo Ancelotti, que trata de encajar todas sus piezas para crear la partida perfecta.
La reflexión de Ancelotti sobre la posición de Rodrygo: «Lo primero es el equipo…»
«Jude puede llegar a 20 o 25 goles tranquilamente. No tenemos en la cabeza que sea un delantero, pero sí un jugador muy importante para nosotros. Está marcando muchos goles, pero esperamos también los goles de los delanteros», lanzó un mensaje que tenía varias destinatarios. La efectividad del inglés ha permitido respirar al conjunto blanco con un doble liderato (Champions y LaLiga), pero nadie olvida la posición que desempeña el 5. Sus números pueden seguir creciendo… pero lo normal es que su racha de aportaciones (13 goles y 3 asistencias) en algún momento le ‘obligue’ a tomarse un respiro. De Jude se puede esperar cualquier cosa y lo que busca Ancelotti es que sus compañeros empiecen a carburar para ayudar al inglés en el apartado goleador. Acomodar y diseñar un plan de movimientos para Vinicius y Rodrygo es la misión más importante de Carlo, que quiere pasar al ataque con un tablero cargado de dinamita.
Proteger al Rey
Así las cosas, el primer objetivo de Ancelotti con el nuevo 4-2-2 en rombo siempre fue el de proteger a Jude Bellingham brindándole un esquema en el que pudiera desarrollar todo su potencial. Por el camino se podrían caer otras figuras hasta que consigan entender su nuevo rol dentro de la plantilla… pero lo importante era blindar al nuevo rey. Los cifras del inglés no hacen más que llenar de razones a la idea que se empezó a forjar en el búnker blanco en UCLA. «Quiero probar algo nuevo, a ver cómo va, y si no sale bien, tenemos el sistema viejo», aseguró el italiano.
Así narró RAC1 la victoria del real Madrid en el Clásico
«Estamos todos sorprendidos de su nivel, sobre todo en efectividad. Siempre lo intenta y llega desde segunda línea. Parece un veterano. Su actitud es muy buena. Cuanto más cerca del área esté, mejor será para él. Es el jugador que más ha marcado la diferencia«, explicó Ancelotti después del Clásico. El inglés no tiene techo, sus límites todavía no se han descubierto… y Ancelotti quiere seguir explotando su mina de oro. Al Real Madrid le ha tocado la lotería, un boleto que se lo robó a la Premier League, para esconder unas necesidades que tarde o temprano acabarán apareciendo.
En este inicio de curso el equipo blanco ha marcado 29 goles, y Bellingham ha participado en el 53% de ellos (13 goles y 3 asistencias). Porque cómo compararía Gary Kasparov («Veo en la lucha ajedrecística un modelo pasmosamente exacto de la vida humana, con su trajín diario, sus crisis y sus incesantes altibajos») sobre un tablero que deberá seguir modificando Ancelotti para encontrar un abanico que le permita enfrentarse a las adversidades del mundo del fútbo.