
Entonces, a la cancha irá el tercer mejor equipo de las Eliminatorias, el que acaba de propinarle una sonada derrota a Brasil, el que tiene en Luis Díaz a su más inspirada figura.
Ese es ‘el toro’ que le espera a Paraguay, que viene de un cambio de entrenador y que aparece en la séptima casilla de la tabla, a 4 puntos de Colombia, su rival de este martes (6:00 p.m.). Si se suma que el equipo nacional suma casi tres décadas sin perder en Asunción, es como si la presión se ensañara con los paraguayos.
Sí, parece ‘pelea de tigre contra burro amarrado’, como dice el dicho, pero de eso no hay nada en las Eliminatorias. De hecho, confiarse, aún cuando existan seis y medio equipos (con el repechaje) a la Copa Mundo 2026, ya sería entrar perdiendo.
Por eso hay que tomar nota, sin excesos triunfalistas, de lo que tiene Paraguay para complicar. Y eso es, como toda la vida, su fortaleza defensiva: se trata de un equipo que recibió solo dos goles en estas Eliminatorias, uno de Nicolás Otamendi con Argentina (volea) y uno más de Venezuela, de penalti.
Es un equipo impecable en la marca, que además regresa al estadio Defensores del Chaco, tras haber jugado las dos primeras fechas en Ciudad del Este, donde empató con Perú y derrotó a Bolivia.
El problema principal lo conocemos bien en Colombia: a los paraguayos les cuesta un potosí hacer un gol, de hecho solo hizo uno de las Eliminatorias, el de Antonio Sanabria, en la victoria (1-0) contra Bolivia. La anemia hizo que incluso el técnico Garnero (reemplazó a Barros Schelotto) apeló a Óscar ‘Tacuara’ Cardozo,d e 40 años, con la ilusión de resolverlo.
Sin Miguel Almirón, el hombre de Newcastle que es gran figura pero no estará contra Colombia por lesión, la sequía amenaza con extenderse. Pero ojo, que les entra una vez y se quitan la sal y capaz que hasta golean. No puede ser Colombia la que le de vida a ese rival. Hoy en Eliminatorias todos pueden ser verdugos potenciales.