
Entonces había que ganarle a México y se hizo. Puede que no de una manera brillante, no desplegando el fútbol de los 36 partidos invictos hasta que apareció Arabia Saudí, pero se ganó 2-0 y eso tiene varias noticias implícitas.
Lionel Messi y los suyos sumaron los primeros tres puntos en el ahora competido e incierto grupo C y con los tantos del capitán y de Enzo Fernández dejaron la diferencia en cero. Significa que si el próximo miércoles le ganan a Polonia sumarán 6 puntos y estarán en la siguiente fase, muy probablemente como primeros, salvo que los árabes derrotan a los mexicanos por más goles.
¿Qué pasa si Argentina empata? Podría clasificar pero se arriesga a que Arabia lo supere si gana o que México lo alcance en puntos y termine definiendo por diferencia de gol.
Pero hay otros escenarios posibles:
1. Que empaten México y Arabia, con lo cual los de Martino quedarían con dos puntos y los de Renard igualarían en 4 puntos pero con -1 en la diferencia de gol.
2. Que México gane pero no por más de tres goles, o que si lo hace por tres no sume más goles a favor que Argentina.
Infortunadamente, toda esta alegría de la victoria contra México podría verse empañada por otro escenario que nadie quiere contemplar: que empaten Argentina y Polonia y que Arabia Saudita derrote a México y llegue a los seis puntos que le asegurarían el primer lugar del grupo.
Menos aún piensan en una derrota de los de Messi contra los de Lewandowski porque en ese caso los 3 puntos de este sábado no servirían para nada. Sería, como en debut, otro papelón.
Así que el mejor escenario posible al final es ganarle a Polonia y ya. Eso reduciría la conversación a polacos y árabes pero por el segundo lugar del grupo. Lo mejor será, como casi siempre, no especular.