El Valencia empató contra el Almería en el partido que cerraba la jornada 18 y confirma la trayectoria descendente desde que volvió la Liga tras el parón del Mundial.
El equipo blanquinegro venía de perder los dos últimos partidos (ante Villarreal y Cádiz) que alargaban peligrosamente una mala racha del equipo que sólo ha ganado un partido (Betis) en los nueve últimos de Liga (siete puntos 27). Y este lunes en Mestalla la grada de Mestalla se quedó tan helada como la noche después de otro disgusto que, si bien aún no compromete mucho la situación en Liga -queda tiempo para reaccionar-, sí que deja al Valencia en una situación que puede ser peligrosa si no hay un cambio de tendencia inmediata.
Para Gattuso era fundamental este partido, no sólo porque el próximo fin de semana visita Pucela, sino porque el jueves Mestalla espera vivir otra gran noche de Copa con la visita del Athletic los cuartos de final a un solo partido. En este momento, y tal y como está la tabla, el camino más corto para buscar la clasificación para Europa es la Copa.
Pero quizá el Valencia está ahora mismo para pensar en otras cosas, sin perder de vista la Copa. Sobre todo porque no ha sido capaz contra el Elche, Mallorca, Cádiz o Almería que han pasado por Mestalla y han sacado puntos.
Pesadilla en Mestalla
Ya ni el cambio de sistema ha dado al equipo la consistencia que esperaba el entrenador. El Valencia ha jugado diez partidos esta primera vuelta en Mestalla en los que sólo ha logrado cuatro victorias, por cuatro derrotas y dos empates. El resultado es que el Valencia se mantiene a tres puntos del descenso, cuando tiene que visitar Pucela el próximo fin de semana.