
Sergio Ramos abandona la Selección de España. Bueno, la realidad es que la Selección lo abandonó a él, según un polémico comunicado que ha publicado el jugador en el que dispara a todas las esquinas, visiblemente dolido y molesto por verse obligado a dar un paso al costado.
El ex campeón mundial y ex capitán, que ya había sufrido un duro golpe al verse fuera del Mundial de Catar con Luis Enrique, ha dicho que el técnico Luis de la Fuente le dijo, en una llamada telefónica, que sencillamente no contará con él.
«Ha Ilegado la hora, la hora de decir adiós a la Selección, nuestra querida y emocionante Roja. En la mañana de hoy he recibido la Ilamada del actual Seleccionador que me ha comunicado que no cuenta y que no va a contar conmigo, independientemente del nivel que pueda mostrar o de como continúe mi carrera deportiva. Con mucho pesar, es el final de un recorrido que esperaba que fuera más largo y que terminara con un mejor sabor de boca, a la altura de todos los éxitos que hemos logrado con nuestra Roja», dijo en un extenso comunicado en sus redes sociales.
Y aquí se va con todo: «Humildemente, creo que esa trayectoria merecía terminar por una decisión personal o porque mi rendimiento no estuviera a la altura de lo que merece nuestra Selección, pero no por cuestión de la edad u otras razones que, sin haberlas oído, he sentido. Porque ser joven o menos joven no es una virtud o un defecto, es solo una característica temporal que no necesariamente está relacionada con el rendimiento o la capacidad. Miro con admiración y envidia a Modric, a Messi, a Pepe… la esencia, la tradición, los valores, la meritocracia y la justicia en el fútbol. Lamentablemente no será así para mi, porque el fútbol no siempre es justo y el fútbol nunca es solo futbol», señaló con amargura.
«Por todo ello lo asumo con esta tristeza que quiero compartir con vosotros, pero también con la cabeza muy alta y muy agradecido por todos estos años y por todo vuestro apoyo. Me llevo recuerdos imborrables, todos los títulos que hemos peleado y celebrado todos juntos y el tremendo orgullo de ser el jugador español con más internacionalidades. Este escudo, esta camiseta y esta afición, todos vosotros, me habéis hecho feliz. Seguiré animando a mi país desde casa con la emoción del privilegiado que ha podido representarlo orgulloso 180 veces. ¡Gracias de corazón a todos los que siempre creísteis en mí!», concluyó.
Decenas de programas periodísticos se han ocupado de cada palabra del ex capitán, unos criticando que le faltó un poco de altura y tino para decidir él un mejor adiós y comparándolo con Cristiano Ronaldo, otros apoyándolo y asegurando que España no tiene actualmente defensores de tan alto nivel, al menos no uno que juegue todos los días con Messi, Neymar y Mbappé en PSG, y que ese quedó en evidencia tras la eliminación del Mundial de Catar. Todos tendrán algo de razón. Lo cierto es que Ramos, en su despedida, no se ha quedado, literalmente, con nada.