Dodi Lukebakio ya ha pasado el examen médico y firmado su nuevo contrato con el Sevilla por cinco años, hasta 2028. El belga se convierte en el quinto refuerzo andaluz para la presente temporada (seis con la compra de Badé), tras las llegadas de Pedrosa, Gattoni, Sow y Nyland. El belga, junto al portero noruego y el mediocentro suizo son las tres incorporaciones que ha realizado Víctor Orta en su primer verano en Nervión. Le está costando al madrileño el cerrar operaciones, demasiado lastrado por el límite salarial y el número tan alto de jugadores que sacar con pocos clubes interesados. Cada salida de cedidos le quita un poco de efectivo al Sevilla. Debe caminar con cuidado en los fichajes.
No será la última cara nueva del Sevilla en el mercado, que esta tarde presenta también a la penúltima de sus incorporaciones, con la presentación de Nyland, quien llegó con la carta de libertad y para llenar el hueco liberado por Yassine Bono. Orta se mueve en el mercado tratando de satisfacer a su técnico con otro defensa central y un mediocentro. Eso como mínimo mientras no salgan otros jugadores, con el Valencia pujando por Rafa Mir o la situación de Acuña sin resolver.
Ya avisaba el director deportivo que serían días muy intensos. Que en la recta final podría dar los pasos necesarios para reforzar al Sevilla como él desea, al menos en parte. Si no hay otra venta jugosa o salidas de jugadores con contratos altos (Tecatito, Papu…), situación que no parece ahora posible puesto que no ha llegado oferta por En-Nesyri (sí interés), no se podrán hacer locuras. Se buscarán cesiones con opciones de compra o refuerzos de jugadores en último año de contrato. El móvil de Orta echa humo. El mal arranque del Sevilla obliga a tomar medidas en el mercado.