Raúl Fernández vuelve a ser Raúl Fernández. O lo que es lo mismo, vuelve a estar operativo para el Granada el guardameta galardonado hasta en dos ocasiones el premio Zamora de Segunda División, galardón otorgado al portero menos goleado de la categoría de plata, una, con el Levante en 2017, y la última, con el Granada la pasada temporada.
Clave el curso pasado en el ascenso del conjunto nazarí a la máxima categoría, el portero vasco no obstante no ha tenido oportunidad de continuar el gran trabajo realizado siempre que ha estado bajo palos, tanto a final de temporada como en lo que llevamos de actual curso.
Las siempre desafortunadas lesiones fueron la causa, fundamentalmente la última, ubicada en la zona lumbar. Tras haber participado en tres partidos a comienzos de temporada, otro parón en forma de forma de suplencia y otras molestias cortaron de nuevo su proyección. Hasta que llegó la visita del Granada al Bernabéu. Y allí Raúl Fernández volvió a hacerse con la titularidad. La mala fortuna, otra vez, se cruzó en su camino, ya que tuvo que pedir el cambio transcurridos apenas una decena de minutos del duelo ante el Real Madrid. Le sustituyó André Ferreira, y hasta ahora.
Un seguro bajo palos
Raúl Fernández sólo ha visto cortado su trayectoria a causa de las lesiones. En la etapa anterior de Paco López, no faltó a su cita con el marco nazarí desde la jornada 7 hasta la 38, cuando sufrió se fracturó un costilla. Sus números hablan por sí solos. Un total de 31 partidos disputados; 15 porterías a cero, 70 paradas, una media de 0,66 goles por partido… Gracias a sus paradas, el Granada regresó a Primera apenas 370 días después, cuando el Granada se enfrentó ante el Leganés por el puesto de la máxima categoría del fútbol español.
Desde el pasado mes de diciembre, no obstante, no ha parado de trabajar en recuperarse cuanto antes de una lesión que tanto afecta a los guardametas como son las lumbalgias, y como ya ha confirmado el propio técnico del Granada, Alexander Medina, lleva desde febrero entrenando con normalidad y que su no inclusión en las últimas convocatorias es una decisión meramente técnica, lo que implica que dicha situación no cambie en breve.
La elección de André Ferreira por parte de Alex Medina en el primer tramo de campaña, y el hecho de que sea, en estos momentos, Augusto Batalla, el actual inquilino del marco nazarí en los últimos cuatro partidos (tres de ellos derrotas) hablan por sí solos de lo inestable que está siendo el puesto de guardameta en el Granada.
No hay que olvidar que el nazarí es el segundo equipo más goleado de la categoría con 54 goles en contra. ¿Puede ser un buen momento para recuperar a un talismán como siempre ha sido Raúl Fernández?