La Policía Nacional ya habría identificado al aficionado que hizo varios gestos racistas contra Tchouaméni. Según se ha podido ver en las imágenes, realizó gestos de mono mirando a los jugadores del Real Madrid. Otro episodio lamentable de racismo en el fútbol español. Desde el club trasladan a MARCA que, al no haberse visto esa imagen en directo en el momento, ya que es una imagen de las cámaras de Movistar y no de DAZN, que es quien daba el partido, el tiempo para dar con este aficionado es mayor.
Esta situación sucedio en el minuto 49 de la segunda parte del partido ante el Real Madrid. Unos gestos que hizo el aficionado y que fueron grabados por una cámara de seguridad instalada en Son Moix. Aunque no fue lo único que captaron esas cámaras. Además, se ve como luego lanza dos botellas al terreno de juego y, en el momento de la celebración del gol del internacional francés del Real Madrid, también realizó una peineta. Según la información publicada por ‘El Partidazo de COPE’se trataría de un menor de edad el autor de todos estos sucesos.
El día que Son Moix registró la mayor entrada de su historia
Unos gestos que sucedieron en el partido ante el Real Madrid (0-1) el día que se consiguió la mayor asistencia en la historia del club balear: los 23.244 que llenaron las gradas del feudo bermellón hicieron realidad la mayor entrada desde que se trasladara a Son Moix después de la inauguración del estadio en 1999.
La reforma de Son Moix incrementó el aforo hasta los 26.020 espectadores, una cifra mucho más elevada que los 19.000 del curso pasado por las obras o que la cifra oficial que tenía el estadio -23.142 espectadores- cuando no tenía gradas supletorias como la antigua ‘grada Lluís Sitjar’, presente hasta el curso pasado o, incluso, las instaladas debajo de la tribuna descubierta en su día, en 2010.
Han tenido que pasar once años para que Son Moix iguale o supere su mejor entrada hasta el momento. Aunque todo hay que decirlo: era difícil de superar la que hasta el pasado sábado era la mayor entrada ya que ésta supuso incumplir las normas de LaLiga viéndose superado el aforo en 97 espectadores. Aquel día, un 31 de marzo de 2013 ante el Deportivo de la Coruña con el Mallorca jugándose evitar el descenso, el aforo fue de 23.239 cuando realmente había 23.142 butacas oficiales.