
Imposible mirar a otro lado y no preguntarse: ¿y si Colombia le hace el tercero, si castiga, si aguanta el físico y no especula, qué historia contaría? Era ganar por punta y punta: la victoria daba ilusión de oro olímpico y aseguraba plata, pero, aún perdiendo, estaba la ilusión del podio y el bronce que fueron a buscar las nuestras. En fin, ya ni llorar es bueno.
Lo cierto es que Brasil repasó uno que otro video del duelo que Colombia perdió en penaltis contra España y tomó nota: cuando estén malheridas hay que hacerles el tercero para que no se levanten más. Lección aprendida.
Igual que contra las colombianas, las españolas, que tuvieron cuatro cambios en su nómina titular, encajaron pronto el primer gol: insólito autogol de Paredes a los cinco minutos.
Pero después pasaron derecho, asfixiaron, doblegaron, intentaron por distintos caminos hasta que a los 48 Gabi Portilho logró el 2-0. Claro, cuando Adriana tuvo su ocasión, a los 70 minutos, marcó sin dudar el, 3-0 y entonces ya no hubo riesgo para la clasificación a la final.
La estrella Salma Paralluelo vino a aparecer para desequilibrar pero ya sobre el final (igual que contra Colombia, con una asistencia y un penalti): a los 84 marcó el 3-1 y a los 90 el 4-2 el 4-2 final.
¿Era la España más ganable? La pregunta la puede responder Brasil. Lo que pudo ser Colombia… lo que pudo ser.