Take Kubo volvió a dar una victoria a la Real Sociedad con sus goles, algo que el japonés se ha acostumbrado a hacer desde que llegó a San Sebastián hace dos años y medio, felizmente para él y el conjunto txuriurdin, al ser ya 19 las veces que ha salido victoriosa en los 20 partidos en los que ha marcado, con un empate impidiendo el pleno. El tanto y el triunfo de ayer tienen que darle mucho orgullo al 14 de Imanol Alguacil, ya que pueden ser muy valiosos en la pelea por Europa.
Kubo volvió ante el Villarreal al equipo titular de la Real, en el que no había estado en el último partido de LaLiga, ante el Celta, donde el conjunto txuriurdin le echó de menos, como bien se encargó de demostrar una vez más a Imanol, al decidir el partido en favor de su equipo con un auténtico golazo. Con el quiso hacerle ver una vez más a su entrenador que debe estar siempre en el campo, porque en cualquier acción puede decidir el partido en favor de su equipo.
Y es que los goles del japonés siguen teniendo mucho valor en los resultados de su equipo. Se estrenó este curso como goleador en el 0-1 de la segunda jornada en la visita al Espanyol, no volviendo a marcar hasta la octava, con un 3-0 al Valencia de marcador final, haciéndolo luego poco después para un 0-2 en el Sánchez Pizjuán y estrenándose como txuriurdin en Europa ante el Ajax, con un 2-0 en el electrónico del Reale Arena con el pitido final.
El héroe de muchos éxitos
Esos cuatro tantos, a los que ayer añadió el quinto, llegaban después de los nueve de su primer curso en San Sebastián, para otros tantos triunfos, y a los siete del pasado, en los que la Real logró un empate y cinco victorias, una con un doblete, alargando todavía en esta 2024-25 una condición de talismán de la que sigue pudiendo presumir.
Kubo se fue a su casa ayer con la sensación inigualable de ser el héroe de una victoria de la Real, algo que seguro está pensando repetir en más ocasiones, si puede ser este jueves en la eliminatoria de Copa del Rey contra el Rayo Vallecano, porque los txuriurdin quieren seguir soñando en todas las competiciones, por mucho desgaste que tengan al jugar hasta tres partidos en sólo siete días, como esta semana.