Polémicas al margen, el Real Madrid se volvió a dejar puntos por tercera jornada consecutiva. Los de Ancelotti no pudieron mantener la ventaja que les dio Kylian Mbappé en la primera mitad. Ese gol llegó tras un servicio raso desde la derecha. No fue un gol cualquiera, ya que se produjo tras un centro lateral, algo de lo que el Madrid adolece esta temporada. Fue un oasis en medio del océano.
Ya hablamos recientemente del problema blanco para rematar centros esta campaña y la cosa no ha mejorado desde entonces. En liga, los jugadores blancos han conectado 30 centros de los que sólo un tercio fueron a puerta y apenas cuatro acabaron en la red. El de Mbappé en Pamplona fue el último. Los otros tres fueron los de Rodrygo ante el Espanyol, Militao contra el Atleti y Bellingham ante el Rayo.
Remates del Real Madrid en Liga que vienen de centros
Contra Osasuna puso 11 centros, lejos de los 32 que intentó su rival. Sólo uno de Vinicius, al margen del gol, acabaron en remate. Bellingham y Brahim fueron los dos futbolistas que jugaron por fuera, sin embargo, fue Vinicius, que jugó en punta junto a Mbappé, el que buscó más centros de los tres.
Rendimiento en el pase
Con esos 11 centros en El Sadar ni siquiera llegó a su media de la temporada. Los blancos realizan 14,7 cada 90 minutos, un dato que ya de por sí es bajo si lo comparamos con el resto de equipos de las grandes ligas. Sólo hay nueve que están centrando menos. Sin embargo, su efectividad en centros completados es la más baja (0,83) de los 96 equipos.
Incluso sus números son bajos si los comparamos con la pasada campaña. El equipo ha experimentado una disminución significativa en esa efectividad en la temporada 2024-25. Los centros completados al área se han reducido a casi la mitad (de 1,55 a 0,83 cada 90 minutos), y el porcentaje de centros buenos de jugada cayó del 19,9% al 15,57%. Este dato en concreto es el segundo más bajo del Big 5 (sólo el Leganés es menos eficiente).
Como vemos en la siguiente imagen de datos en torno al pase revelados por Kognia, es evidente que en el Madrid hay un buen rendimiento en la creación de juego, pero otra cosa es el momento de centrar. Esto es porque el equipo ataca de otra manera. Lo hace más en transición y buscando los balones a espalda en velocidad para Mbappé y Vinicius o Rodrygo.
Métricas de asociación
Sin embargo, este estilo limita las posibilidades del equipo y cuando se encuentra con equipos cerrados pierde una vía más para generar peligro. Y, en parte, es también por la falta de una referencia en el área. No es raro ver a un extremo o lateral blanco poniendo un centro donde no hay nadie. Lo hemos visto a lo largo de la temporada. En el derbi, sin ir más lejos, pasó en varias ocasiones.
Aquí Valverde, que ha llegado a posiciones avanzadas, busca un centro… a la nada. Los tres hombres de arriba no se encuentran ni en el interior del área. Mbappé y Rodrygo están cerca de Valverde y Vinicius, en el otro costado, está solo, pero muy lejos del inferior del área.
Centros del Real Madrid
Otra acción similar se produjo poco después. Esta vez el centro lo ponía Rodrygo. Mbappé se había olvidado del área tratando de buscar el pase en corto del brasileño para, presumiblemente, luego buscar un disparo. El estilo de juego del francés invita más a eso que a meterse en el área y buscar el remate. Al mismo tiempo, Vinicius está en la frontal sin ademán de entrar en el área. La falta de instinto del ‘9’ puro.
Centros del Real Madrid
Y no es un problema de la banda derecha. Por la izquierda sucede lo mismo. En este ejemplo del duelo contra el Espanyol, Fran García se prepara para centrar. Aquí, Mbappé sí tira el desmarque, pero está solo entre una nube de defensores. El siguiente jugador blanco más próximo a la zona de remate es Bellingham… que está muy lejos.
Centros del Real Madrid
Este tipo de situaciones se repiten mucho a lo largo de la temporada. E, insistimos, no es que el Madrid se prodigue mucho en los centros. Pero ni siquiera cuando los pone hay demasiadas opciones.
Ni Mbappé, ni Vinicius, ni Rodrygo ni Bellingham, por señalar a los cuatro de arriba que más juegan, han tenido la oportunidad de conectar muchos centros esta temporada en LaLiga. Vini sólo remató dos y sin éxito, (ambos ante Osasuna, uno en cada partido), mientras que los otros tres lo hicieron en cuatro ocasiones con un gol cada uno. Apenas 14 remates en 24 jornadas.
Remates por centros de Mbappé, Vinicius, Rodrygo y Bellingham
Desde Cristiano
Hay una relación clara entre los centros y los rematadores que evidencia el problema del Madrid en este apartado del juego. Por un lado, el Real Madrid no cuenta con jugadores que se impongan por alto. Los 2,96 duelos aéreos ganados en jugadas ofensivas cada 90 minutos es el tercero más bajo de las cinco grandes ligas. Al mismo tiempo, el equipo blanco no sólo centra poco. Es que, además, genera poco peligro con los que intenta, como bien dicen sus 0,14 goles esperados por 90 minutos, el dato más bajo del Big 5. En resumen: no hay poderío aéreo ni capacidad de generar peligro con los centros.
Rendimiento del Real Madrid
Esa falta de dominio por alto fue desapareciendo desde la marcha de Cristiano. El portugués fue el último delantero rematador. Desde entonces, lo más parecido fue Joselu la pasada temporada. Y hablamos de un jugador que no era titular. Cuando estaba en el campo, generalmente era porque el Madrid precisaba de un cambio en su forma de atacar. Joselu le ofrecía un recurso distinto. Un jugador ancla que fijaba a centrales en el área, además de ser un especialista en balones aéreos. En Liga conectó 13 remates, sólo uno menos que los que llevan acumulados Mbappé, Vinicius, Rodrygo y Bellingham jugando apenas el 49% de los minutos. Marcó tres goles, todos de cabeza.
Remates de Joselu a centros en Liga 2023-24
Está claro que los centros pueden ser altos o rasos. Sin embargo, una gran proporción suelen ser balones aéreos. Si cogemos esta premisa y analizamos cuántos remates de cabeza se producen, vemos que el Madrid no tiene ese poderío. Su descenso ha ido en picado en las últimas temporadas.
Remates de cabeza del Real Madrid por temporada
Los 62, 63 y 64 remates de cabeza de las últimas tres temporadas están lejos de los 97 de la última de CR7, por no hablar de los 123 de la 2016-17. Y, en cambio, los 13 goles con la testa del curso pasado fueron mejores que los 8 de los dos precedentes. En la presente campaña apenas han logrado dos, lo que corrobora la poca efectividad blanca por esta vía.
El caso es que el Real Madrid juega por costumbre a otra cosa. El problema es que se le atascan muchos partidos y ha dejado de tener un recurso que le daba soluciones. Quizás por ahí se le estén yendo algunos puntos.