El Tribunal Supremo ha puesto punto final al largo conflicto entre LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) al desestimar el recurso de casación interpuesto por la Federación y confirmar la sentencia que calificaba de desleales sus actuaciones para impedir que se celebraran partidos los lunes y los viernes.
La resolución del Alto Tribunal mantiene la orden de cesar dichas conductas, consolidando de forma definitiva el derecho de LaLiga a fijar los horarios y fechas de los encuentros de las competiciones profesionales.
Según el Supremo, la facultad de organizar el campeonato, incluyendo la programación de los partidos, «corresponde exclusivamente a LaLiga». La coordinación con la RFEF prevista en la normativa debe entenderse únicamente en el sentido de evitar coincidencias con otras competiciones nacionales o internacionales, pero «no otorga a la Federación poder de autorización o veto». En consecuencia, el Tribunal aclara que no existe relación jerárquica ni control de la RFEF sobre LaLiga en el ejercicio de esta competencia.
Además, la sentencia descarta que el artículo 6.1.c) del Real Decreto-ley 5/2015 o el artículo 28 del Real Decreto 1835/1991 faculten a la Federación para «imponer condiciones o exigir contraprestaciones económicas por la disputa de partidos en lunes y viernes». Tales exigencias constituyen un «acto de competencia desleal por obstaculización«, al carecer de justificación objetiva, y «restringir de manera indebida la actividad organizativa de LaLiga».
Asimismo, el juez autoriza a la patronal de los clubes a reclamar a la RFEF los daños y perjuicios derivados de las restricciones impuestas por la Federación desde 2019.
La disputa tiene su origen en 2019, durante la presidencia de Luis Rubiales, cuando la RFEF anunció que no autorizaría partidos en lunes y limitaría los del viernes. En agosto de ese mismo año, el Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Madrid permitió cautelarmente la celebración de partidos los viernes, pero no los lunes. Posteriormente, en junio de 2020, la Audiencia Provincial de Madrid revocó las limitaciones y reconoció a LaLiga la capacidad de fijar partidos en ambos días, al considerar que la Federación carecía de potestad para impedirlo.
El Consejo Superior de Deportes intervino en diversas ocasiones y en 2022 respaldó nuevamente la posición de LaLiga.
Con la sentencia del Supremo, el conflicto queda definitivamente zanjado en favor de la patronal de los clubes.
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