Braulio Vázquez, directo deportivo de Osasuna, dio el primer golpe de mercado en Nochebuena con la incorporación de Javi Galán para reforzar su banda izquierda. Galán acababa contrato con el Atlético al final de la presente temporada y Osasuna se adelantó de este modo a otros equipos tanto de España como del extranjero con interés por el lateral pacense.
Una operación por la que el club rojillo paga 500.000 euros al Atlético y se asegura al jugador hasta final de temporada. Galán entonces podrá valorar entre ampliar su contrato con Osasuna, con unos números ya perfilados, o escuchar alguna propuesta suculenta del fútbol árabe. Si Osasuna continúa en Primera y Galán continúa en su plantilla, el Atlético de Madrid recibirá el doble de la cantidad inicial.
Cerrado lo de Galán, Braulio trabaja ahora en otro golpe similar. «Estamos valorando alguna operación para el año que viene, pero si esperamos para el año que viene, igual no la podemos hacer. Si la podemos hacer ahora, aunque a nivel deportivo no es lo que necesitemos en estos momentos, también la haremos porque nos asiente el proyecto para el futuro», explicó Braulio sin dar nombres.
Estamos valorando alguna operación para el año que viene, pero si esperamos para el año que viene, igual no la podemos hacer
El director deportivo de Osasuna dejó otra pista sobre ese posible fichaje: «Tenemos más posibilidades de firmarlo ahora que en un mercado de verano, porque habría otros contendientes que ahora igual no pueden». Osasuna tiene «más posibilidades» ahora porque no está condicionado por su límite salarial como otros clubes con los que compite, inmersos en cuentas para cuadrar la incorporación de cualquier refuerzo invernal.
«Quizá he dado demasiadas pistas», reconoció Braulio. Todas ellas llevan a un nombre: Mika Marmol. El central zurdo de Las Palmas, de 24 años, acaba su contrato con el club amarillo este verano y es deseado por varios clubes de Primera, como Girona o Espanyol. Adelantarse a ellos es el objetivo de Osasuna.
Mika Marmol en un partido con Las Palmas
El problema para llevarse ahora a Mika Mármol de Las Palmas son dos. Primero, que el club amarillo no quiere perder a uno de sus jugadores más importantes en el segundo tramo de la temporada. Segundo, que el 50% de un hipótetico traspaso iría al Barcelona, por lo que la cantidad que se llevaría Las Palmas no es tan atractiva como se podría imaginar.
Su cláusula es de 10 millones de euros, pero en seis meses su salida sería por cero, lo que devalúa el precio actual del jugador. De esperar al verano, Osasuna sabe que el número de competidores complicaría la operación.
De cerrarse la operación ahora, el futbolista también aseguraría dar el salto a Primera sin tener que pasar unos meses difíciles en Gran Canaria por su negativa a renovar con Las Palmas. Mientras, en Can Barça se mantienen a la expectativa por si cae un pellizo inesperado. Hay partido.
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