Emma Raducanu, británica de 18 años y 150ª del mundo, hizo historia este jueves en el US Open al convertirse en la primera tenista, hombre o mujer, que llega a la final desde la previa en un Grand Slam. No había ocurrido jamás. La jugadora nacida en Toronto (Canadá), pero criada desde los 2 años en Bromley (Inglaterra) de padre rumano y madre china, venció por 6-1 y 6-4 en 1:23 a la griega Maria Sakkari (26 y 18ª del mundo), con el mismo dominio apabullante con el que se ha deshecho una tras otras de las nueve oponentes que ha tenido en el torneo, desde que comenzó para ella hace dos semanas. Llega al partido por el título sin perder un set y habiendo cedido sólo 27 juegos en los seis encuentros del cuadro principal, a una media de 4,5 por choque.
Su victoria, además, asegura una final adolescente en el torneo, ya que se medirá el sábado (22:00, Eurosport) con la canadiense de 19 años recién cumplidos Leylah Fernández, que pudo con la bielorrusa Aryna Sabalenka. Será la más joven del major neoyorquino desde la que enfrentó a Serena Williams (18) y Martina Hingis (19) en 1999 y que ganó la estadounidense. Raducanu protagonizó una actuación de precisión quirúrgica, con 17 errores no forzados y otros tantos golpes ganadores, salvó las siete oportunidades de break que tuvo una Sakkari en el mejor año de su carrera, todas en sus dos primeros restos, y se apuntó dos breaks en el primer set y dos en el segundo. No tuvo que hacer nada del otro mundo para mandar en su 17º partido de categoría WTA (tiene ahora un balance de 14-3), más allá de dirigir los intercambios con su extraordinario revés, su mejor golpe.
“Ha pasado todo muy rápido, hace tres semanas estaba en la previa y ahora he llegado a la final, no me lo puedo creer”, dijo al final del encuentro. “Tim (Henman) ha sido una gran inspiración, me ha ayudado y me ha dicho que fuera punto a punto. Estoy muy agradecida por lo que ha hecho por el tenis británico y por mí”, afirmó sobre el extenista británico, que la ha seguido en el torneo, igual que Virginia Wade, la última campeona del US Open de su nacionalidad, en 1968. “Hoy no he pensado en nadie más que en mí”, confesó cuando le preguntaron si lo que había conseguido Leylah Fernández la había inspirado. Y demostró de qué pasta mental está hecha: “No tengo presión, empecé en la previa”.
De otra época
Eso es, quizá, lo que más sorprende de esta chica, como de la otra finalista. Y ahora se entiende mejor lo que le ocurrió a Sara Sorribes cuando se enfrentó a ella en la tercera ronda y encajó un 6-0 y 6-1. Raducanu recuerda a tenistas de otras épocas, también precoces y con unas condiciones innatas para la competición, como Serena Williams, Maria Sharapova, Martina Hingis, Steffi Graf, Monica Seles y Arantxa Sanchez Vicario. Y no parece flor de un día, ya apuntó maneras en Wimbledon, su torneo favorito, cuando llegó a octavos el pasado mes de julio. En pleno declive del gran Andy Murray, Gran Bretaña ha encontrado por fin a la nueva estrella que deseaba.