Novak Djokovic dejó uno de los momentos de la final del US Open. Cuando la derrota estaba cerca, con Medvedev dos sets arriba y mandando en el tercero, el serbio rompió a llorar en un descanso. Terminó cayendo por un triple 6-4 y se mostró enormemente agradecido al público congregado en la Arthur Ashe de Nueva York, según contó el causante de sus llantos.
«He pensado en ambos escenarios y lo que estaría diciendo hoy aquí. Quiero decir que aunque haya perdido esta final mi corazón está lleno de alegría por cómo me habéis tratado», afirmó Nole. «Nunca me he sentido así. Os quiero. Muchas gracias por lo que habéis hecho por mí», añadió el balcánico, que también tuvo halagos para Medvedev, correspondidos después: «Ha hecho un partido y un torneo increíble. Si hay alguien que merecía ganar un Grand Slam es él. Seguro que lo hará más veces en el futuro».
Después, en rueda de prensa dio las claves, a su juicio, de la derrota: «Daniil salió muy decidido a la cancha. Podías sentir que estaba en el máximo de sus habilidades en cada tiro. Tenía mucha claridad sobre lo que tenía que hacer tácticamente. Lo ejecutó a la perfección. Por otro lado, mi juego no estuvo a su altura. Mis piernas no estaban ahí. Lo intentaba. Hice mi mejor esfuerzo. Pero cometí muchos errores no forzados. No tuve, en realidad, saque. Si juegas con alguien como Medvedev que golpea sus puntos tan bien, con muchos aces, puntos gratis en su primer servicio, constantemente sientes presión en tus juegos de saque. Fue uno de esos días en los que, lamentablemente, no estaba destinado para mí».
Djokovic añadió que «en cuanto a energía», se sintió «lento». «Si hubiera hecho el break en el segundo set, probablemente todo podría haber sido distinto. Pero él lo hizo tan bien. Fue asombroso. Todo el mérito fue de su mentalidad, su enfoque, su juego, todo. Era el mejor jugador y merecía ganar, sin duda alguna». El balcánico avanzó que la vieja guardia, al menos en su caso, seguirá dando guerra: «Los mayores todavía aguantamos. Estamos tratando de arrojar luz sobre el mundo del tenis tanto como podamos. Hablo en mi propio nombre. Todavía quiero seguir, intentar ganar más Slams, jugar por mi país. Esas son las cosas que más me motivan». También reconoció que el tenis está «en buenas manos, porque todos os que están y los que vienen son buenos muchachos y muy, muy buenos tenistas, de gran calidad. Tienen algo que ofrecer dentro y fuera de la cancha».
Satisfacción y alivio
El de Belgrado hizo un balance satisfactorio de la temporada, pese a este traspié en Nueva York: «Desafortunadamente, no ejecuté el paso final. Pero cuando trazas una línea, tienes que estar muy satisfecho con el año. Tres victorias, tres Slams y una final. Durante los últimos años he sido muy transparente sobre mis objetivos, jugar mi mejor tenis en los Slams. Me las estoy arreglando para hacer eso. Por supuesto, me quedé corto para otro título, pero tengo que estar orgulloso de todo lo que mi equipo y yo hemos logrado. Y en el tenis aprendemos muy rápido a pasar página. Muy pronto habrá más desafíos, más cosas que se avecinan. He aprendido a superar este tipo de duras derrotas en las finales de Slams, las que más duelen. Intentaré sacar algunas lecciones, aprender, ser más fuerte y seguir adelante. Todavía amo este deporte y me siento bien en la cancha. Mientras haya motivación, seguiré». Por último, dijo que el final del partido sintió «alivio». «Me alegré de que hubiera terminado, porque la preparación para este torneo y todo lo que mental y emocionalmente tuve que enfrentar a lo largo de él en las últimas semanas fue mucho. Al mismo tiempo, sentí tristeza, decepción y también gratitud hacia la gente y por ese momento especial en la pista».