Daniil Medvedev sorprendió a propios y extraños este domingo en la final del US Open. No solo por la facilidad con la que derrotó a Novak Djokovic (triple 6-4), también por lo que dijo en su alocución tras el triunfo. «Quiero pedir perdón a los aficionados y a Novak. Todos sabemos a qué aspiraba hoy», arrancó el ruso pese a que la pista se mostró favorable a su rival durante todo el partido e incluso hubo quien le abucheó cuando sacaba para ganar el choque.
«Nunca se lo he dicho a nadie, pero eres el mejor tenista que he visto nunca», le confesó Medvedev a Nole, que perdió la oportunidad de alzar el 21º Grand Slam de su carrera, superando a Nadal y Federer, y el cuarto de la temporada. «Gracias a todo mi equipo, mi familia, mis amigos. No es fácil conseguir esto y me habéis ayudado en el camino. También al público. Me habéis ayudado mucho hoy. No era fácil», añadió.
El moscovita concluyó con un toque de humor, contando que la victoria era condición indispensable para no tener un problema con su mujer: «Hoy es el aniversario de mi matrimonio y sabía que tenía que ganar porque, si perdía, no iba a tener tiempo para buscar un regalo».
En la rueda de prensa posterior, el moscovita confesó que había sentido mucha presión acerca de «el riesgo en el segundo servicio». «Sabía que no podía darle saques fáciles, porque eso es lo que le gusta. Entonces ese era el plan. Debido a la confianza en muchos momentos difíciles, logré hacerlo bien». También reconoció que no vio a Djokovic «en su mejor momento». «Estaba presionado, y se le ha visto jugar mejor. La pregunta es, si él estuviera al máximo, ¿yo sería capaz de hacerle frente? Ahora nunca lo sabremos. Estoy feliz de haber ganado (sonriendo)».
El molesto público
Sobre los gritos del público mientras sacaba en el tercer set, Medvedev afirmó que había sido «difícil» de llevar y «duro». «Sabía que lo único que puedo hacer es concentrarme en mí mismo, en lo que tenía que hacer para ganar el partido. Creo que no fue en mi contra. Fue más a su favor. Bueno, querían ver a su chico hacer el Grand Slam. Pero, sí, cometí algunas faltas dobles por eso. Lo que hace que sea aún más dulce que finalmente lograra hacer un primer servicio en el tercer punto de partido». Por eso explicó que siente «mucha felicidad». Ese es mi primer Grand Slam. No sé cómo me voy a sentir si gano un segundo o un tercero. Este significa mucho para mí. No tengo nada de tenis inminente, así que sé cómo celebrarlo. Los rusos saben cómo celebrar (sonriendo). Ojalá no salga en las noticias. Si lo consigo, será en el buen sentido. Pero definitivamente voy a celebrarlo los próximos días».