La revolución de los Mavericks sigue levantando ampollas en la NBA. Especialmente entre las víctimas que han ido dejando por el camino a unas finales de Conferencia que han disputado por primera vez desde 2011. Si hace unos días se sabía que los problemas entre Donovan Mitchell y Rudy Gobert planeaban sobre los Jazz con preocupante incidencia, ahora son los Suns los que están inmersos en su pelea particular. Algo que es más que normal si tenemos en cuenta que la entidad de Arizona optaba al anillo, llegó a las 64 victorias en regular season y se hundió estrepitosamente en segunda ronda ante los Mavs, con los que tuvieron ventajas de 2-0 y 3-2 antes de caer en casa, ante su público y recibiendo una paliza para los anales (90-123).
Uno de los jugadores que está en el ojo del huracán tras la derrota es DeAndre Ayton. Y eso que hay varios señalados: el enésimo fracaso de un Chris Paul que no estuvo a la altura, un Devin Booker que no dio la talla y un Monty Williams que tomó muy pocas decisiones correctas en unos playoffs en los que los recursos y la capacidad de reacción es clave en un buen entrenador. Sin embargo, el pívot ha sido utilizado como chivo expiatorio y los problemas que tiene con su entrenador y con la organización se han filtrado tras una derrota que ha sido tildada de histórica.
Ayton ha promediado 15,7 puntos y 8,1 rebotes en la serie ante los Mavericks. Tras llegar a más de 17 tantos y 10 rebotes en temporada regular, la situación del center ha cambiado en playoffs: su protagonismo se ha reducido considerablemente, ha tenido fases de una marcada indolencia y, aunque no fue el problema en semifinales de Conferencia, tampoco ha sido la solución. No ha sido capaz de responder a las amenazas exteriores constantes de los Mavs ni a los triples de Maxi Klebber, un pívot que juega más tiempo detrás de la línea de tres que en la zona. Y su capacidad de intimidación ha sido muy cuestionada, sin ser útil a la hora de proteger su posición, defender el rebote o poner tapones (solo tres en toda la serie).
Una relación complicada
Los problemas de Ayton y los Suns vienen de lejos. Elegido en el puesto número 1 del draft de 2018, por delante de Luka Doncic, el pívot no ha terminado de explotar en la NBA. Siempre ha promediado doble-doble y ha demostrado buenos recursos en el poste, además de ser un buen anotador, pero no nunca ha pasado de los 18,2 puntos que promedió en su año sophomore ni de los 11,5 rebotes de esa misma temporada, la mejor que ha tenido a nivel individual en la Liga norteamericana. Pero las dudas respecto a su nivel provocaron que los Suns no le dieran una renovación máxima el año pasado: el pívot pidió 177 millones en cinco temporadas y no se quiso conformar con menos. El equipo de Arizona se negó. Y todo ello ha enturbiado su estancia en la plantilla, con contenciones destempladas por su malestar debido a la negativa del equipo.
A Ayton, parece claro, le ofrecerán 16,4 millones antes del 29 de junio, un proceso necesario para que se convierta en agente libre restringido. A partir de ahí, los Suns podrían igualar cualquier oferta que el pívot reciba este verano, pero todo será cuestión de voluntad y dinero. La derrota necesita señalados, la situación es crítica y algún chivo expiatorio tendrá que utilizarse para que las aguas se templen, Chris Paul se quede contento y Devin Booker no tenga ningún amago de competencia respecto a su liderazgo y su futuro como cara de la franquicia. Aparentemente, el pívot recibirá el máximo este verano. Otra cosa es que los Suns hagan algo para retenerle… o no.
Así están las cosas para DeAndre Ayton y los Suns. Monty Williams no es demasiado proclive al pívot y no es ningún secreto que no le gusta su papel en el equipo. El jugador, de 23 años, tiene un gran futuro por delante y será uno de los pilares del futuro en la NBA, pero según se ha filtrado en NBC Sports, los Suns no quieren ofrecerle el máximo ni a Ayton ni gastarse ese dinero en algún otro pívot. Una forma extraña de asumir culpas tras un final históricamente fatídico y que deja a Chris Paul muy lejos del anillo, a Monty Williams muy cuestionado y a Ayton, que ya tras la derrota en las Finales fue señalado, con medio pie fuera de Arizona. Veremos si también sale el resto de su cuerpo. La cosa está que arde.