La Asamblea de Compromisarios cruzó el ecuador de los 11 puntos del día pasadas las 22 horas. La única arista hacia la Junta Directiva se dio en el cuarto punto, cuando el socio Mario Fernández, candidato a vicepresidente con Iñaki Arechabaleta, llevó al estrado lo que consideraba una anomalía en el reglamento orgánico del club, que se sometía a consideración de los compromisarios. Fernández, que ha participado en las dos últimas elecciones en candidaturas derrotadas, puso en duda la validez de un reglamento que, según su opinión, en uno de los artículos dejaba abierta la opción a «que un propietario de una empresa representación de jugadores pueda dirigir el club. El reglamento orgánico es poco transparente y deja esa puerta abierta a futuros sustos».
La contestación le llegó por parte de Jon Salinas, Secretario de la Junta Directiva. «Es algo a lo que se cierra la puerta y no hay ninguna laguna al respecto», especificó dejando claro que lo ceñía a socios que tuvieran una participación inferior al 10% y renunciarán a percibir un euro al respecto. «Critica un único artículo de un total de 102, por lo que entiendo que los restantes no merecen critica alguna», comentó.
El asunto no inmutó a Jon Uriarte, para el que iba dirigido el dardo. El presidente del Athletic es socio de la empresa All Iron, que tiene un apéndice deportivo. El tema surgió en la pasada campaña electoral y Uriarte aprovechó una entrevista en TeleBilbao para aclarar las dudas, que entendía quedaban todas solucionadas. «Un antiguo socio nuestro tuvo una idea, alguien que luego se desvinculó, para crear una plataforma que diera servicio integral a los jugadores. ¿En qué consiste? Se les da acceso a un psicólogo, a un nutricionista, a interpretar el big data de su rendimiento deportivo, etc...No soy empleado ni administrador, soy un socio minoritario que no toma decisiones. Hay 6 socios y al hacer el pacto de socios, en la cláusula de toma de decisiones exigí, en julio de 2020, poner una que diga que con el Athletic o con un club convenido suyo no se puede hacer nada sin el voto favorable, de forma unánime, de todos los socios. Incluidos el mío y el de mi socio«, relató.