España no es solo jugadores jovencitos. Tiene unos cuantos experimentados que han garantizado el equilibrio en el Mundial de Catar.
Uno de ellos es Sergio Busquets, un jugador de 34 años que cometió un error en su área cuando su equipo intentaba defender el empate 1-1 contra Alemania en un partidazo por el grupo E.
El veterano no pudo evitar que la pelota pegara en su mano dentro del área, acción que todos los alemanes pidieron como penalti. Así fue la jugada:
¿Por qué no fue penalti? Porque en la revisión no se interpretó, ni por el juez central ni por el VAR, que estuviera ampliando el volumen o interrumpiendo una acción de gol.
El duelo acabó empatado y pudo quedar todo en anécdota. Ahora el grupo está abierto y hay que pasar la página.