Brasil clasificó a octavos de final del Mundial de Catar un partido antes del cierre del grupo G. Y esa que debería ser una razón para alegrarse, en un país como el del pentacampeón es una gran discusión.
Las críticas no han faltado: para el diario O Globo, por ejemplo, el 1-0 contra Suiza deja «una preocupación», pues «Brasil no consiguió una solución para la falta de Neymar» y el equipo «se mostró estático y dependiente de pelotazos largos».
Neymar se lesionó el tobillo y, por mucho que apura su recuperación, nadie sabe si podrá recuperarse a tiempo para darle una mano a su equipo, que en todo caso ya le dio una mano a él asegurando el cupo en octavos de final.
Para Lance!, el juego brasileño fue «enredado» por la férrea marca que le montaron los suizos desde el comienzo y a Brasil le faltó «creatividad» para escapar de esa trampa.
Según O Estado de Sao Paulo, la ausencia de Neymar «dificultó la misión de la selección brasileña» porque le restó velocidad y sorpresa al ataque.
Folha de Sao Paulo explicó que Casemiro, un volante de marca, resolvió el lío del gol que se arrastra desde hace tiempo y que no lo resuelve ni la calidad ni la cantidad de delanteros de los que dispone Tite: «fue un volante defensivo el que resolvió el partido… dentro del área, como si fuera un 9».