Es el segundo mejor equipo de la clasificación de la FIFA. Pero también es un polvorín por cuenta de un sincericidio de su estrella, que fue un puñal al vestuario. Todo empezó mal y terminó igual.
Bélgica es el protagonista del nuevo batacazo del Mundial de Catar, tras firmar su eliminación en la primera fase, producto de un 0-0 contra Croacia que clasificó a los de Modric y dejó a Marruecos como líder del grupo F. Todo impensado.
Se lamentará por mucho tiempo Mertens y la opción que perdió en el arranque del partido, y examinará en su mente el DT Martínez el bache que vino en esa primera media hora en la que se replegó su equipo y le dio vida a una Croacia que se acercó con Kramaric en dos ocasiones, aunque ninguna inquietante para Courtois.
Sufrirá a la distancia De Bruyne, sabiendo que dinamitó el vestuario con su reconocimiento de que el equipo era viejo y ya no tenía mucho combustible para seguir vivo en Catar, por mucho que todo lo que dijo haya sido cierto. Porque cuando él se acordó de enfilar al área rival siempre creo peligro, siempre fue claro.
Y lo del complemento sí que les va a taladrar la mente: porque después de la opción clarísima de Kovacic que salvó con una volada Courtois en el arranque vendría una jugada espectacular, en la que inexplicablemente se escapó el gol de la clasificación cuando Lukaku -recién ingresado- estrelló la pelota en el palo tras un veloz contragolpe .
El partido por fin se hizo de ida y vuelta, como correspondía a la necesidad belga, y se proyectó el propio De Bruyne en buenas sociedades con Witzel y Doku, los que llegaron para ir por el gol que salvara del batacazo.. el que se produjo igual porque Marruecos vencía a Canadá y era líder del grupo F y así Croacia estaba también en la cuerda floja con sus 4 puntos, lo que lo obligaba a replegarse y defender el cero con la vida misma. Y se salvaba otra vez a los 86 en la tercera opción de Lukaku que otra vez no le quiso entrar, igual que a los 90 cuando no pudo pegarle a la pelota y le rebotó en el cuerpo. Parecía ya un maleficio..
Mientras, el técnico Martínez en su desesperación apostaba por Eden Hazard en los últimos minutos para intentar la hazaña: ¿si no le dio nunca resultado en todo el Mundial por qué lo iba a hacer en los últimos minutos?
Así Bélgica confirmó su gris tránsito por el Mundial de Catar, en el que cada palabra de De Bruyne retumbará por mucho tiempo en su país: llegaron viejos a Doha, perdieron la oportunidad de ser campeones en su pico más alto en Rusia 2018 y ahora viene el borrón y cuenta nueva que es una necesidad para la supervivencia. Adiós a otro favorito, al segundo del ranking FIFA, una nueva víctima de la planadora de la juventud.