Culminó la primera fecha del Sudamericano Sub-20 en territorio colombiano, específicamente en Cali con éxito. El balance fue dos victorias y dos empates en los primeros cuatro enfrentamientos, mientras que dos selecciones (Argentina y Uruguay) tuvieron que seguir los partidos con descanso, tema que servirá para saber cómo juegan sus rivales en sus respectivos grupos.
El debut de la Selección Colombia no fue como se esperaba o se deseaba dejando un empate a un tanto, en donde quedó claro la paridad que hay en el torneo y la igualdad entre la mayoría de los combinados nacionales, pues en el Grupo B, también quedó en evidencia en el juego que dio cierre a la primera jornada del Sudamericano.
Si hay que hablar de algo bueno como conclusión de lo que dejaron los cuatro partidos es que se notó mucho que hay buen nivel en cada selección, y como si fuera poco, que hay paridad. Más allá de la contundente victoria de Brasil contra Perú, los otros encuentros fueron demasiado parejos, tanto así que en dos de ellos, no se sacaron diferencias. Así las cosas, estos fueron los aspectos buenos y positivos:
Lo bueno:
– La paridad: el debut estuvo cargado de emociones con Perú y Brasil. Sin embargo, aunque la diferencia fue amplia en el marcador (0-3), el trámite del juego demostró otra cosa, por lo menos antes de los 67 minutos del partido. En la primera parte, los peruanos lograron acercarse al pórtico brasileño y dejaron el resultado en empate sin tantos. Ya luego llegó el huracán por parte de la ‘Canarinha’, que en cuestión de doce minutos alcanzó a marcar tres goles.
Posteriormente, el partido entre Colombia y Paraguay tuvo dos tiempos para cada uno. El primero fue para los paraguayos que inquietaron el pórtico de Luis Marquinez, aunque tampoco es que haya sido un dominio muy claro, pues el guardameta tampoco se vio envuelto en acciones claras, y la defensa cerró lo que pudo. El segundo fue para los locales con el ingreso de Miguel Monsalve acompañado de Juan Castilla, quienes dominaron los hilos del juego.
Por el Grupo B, Bolivia encontró la apertura en el marcador con un remate de larga distancia y fue uno de los pocos acercamientos que tuvo al arco de Venezuela, quienes en la primera parte dejaron el juego en ceros, y tuvieron la oportunidad de romper el resultado con disparos lejanos. Ambas selecciones carecieron de ideas, lo cual demostró la paridad que hubo. A segundo turno, el empate a un tanto de Ecuador y Chile también marcó lo parejo que inició el certamen sudamericano y no hay nada dicho por ahora.
Lo malo:
– Carencia de goles: en cada compromiso hubo anotaciones, pero no fue un inicio del torneo con más tantos convertidos. Con los tres de Brasil y los dos en el Colombia vs Paraguay van contando cinco, sumado a los tres del Grupo B, ocho tantos en los primeros cuatro encuentros. Sin duda alguna, el público quería ver goles convertidos y tal vez, por la paridad e igualdad en los compromisos, quedaron a deber en ese componente.
– No hay VAR: gústele a quien el guste, la video asistencia arbitral llegó para quedarse en las competencias deportivas, y sin duda alguna, en una competencia que da tiquetes a un Mundial, queda más que claro lo necesario que es este mecanismo en cada compromiso. Para muchos un penalti claro, pero que también generó discusiones: la mano de Gustavo Puerta. Si bien se protege, el balón le impacta en la mano y es convalidado como penalti, pero con la tecnología se pudo haber corregido o decretado con el apoyo la acción. El gol a los nueve minutos que peleó Chile porque a la vista pareció haber entrado completamente y la terna colombiana de Carlos Ortega y Jhon Gallego no lo decretaron.
Lo feo:
– Acompañamiento: la verdad es que en esta primera jornada no hubo acciones violentas o temas polémicos más allá de algunas decisiones arbitrales. Con esto en mente, lo que sí quedó a deber fue el acompañamiento a las plazas. En el Pascual Guerrero se esperaban todas las localidades llenas para darle el apoyo necesario a la Selección Colombia, y en el Grupo B en el Estadio Deportivo Cali tampoco hubo muchos espectadores. Un componente a mejorar.