Salir ovacionado de un estadio rival es un hecho excepcional, algo que pocos futbolistas experimentan en su carrera. Cuando eso ocurre en un estadio considerado como un templo del fútbol y en el marco de una rivalidad que es tan antigua como el balompié en España, esa sensación se multiplica. La temporada pasada, el 23 de diciembre de 2021, San Mamés se puso en pie cuando Carlo Ancelotti decidió sacar del campo a Benzema en el último minuto para meter a Jovic y ganar tiempo.
La afición del Athletic por un momento del esfuerzo que estaba haciendo su equipo para empatar un partido que estaba 1-2 para los blancos. Experta en detectar cuando hay en su campo un tipo que es de otra pasta y que ha dejado una actuación para recordar, la grada de San Mamés despidió a Karim con una cerrada ovación, que el francés agradeció como merecía. No era la primera vez que eso ocurría en La Catedral. Antes lo vivieron Xavi («Se me puso la piel de gallina», dijo), Valerón, Giggs o Michael Laudrup, el danés en un 0-5 del Madrid en San Mamés.
Pero nunca antes La Catedral había ovacionado a un jugador que tanto daño le ha hecho al Athletic en forma de goles. Porque no hay un rival ante el que Benzema sume más goles que cuando ve ante sí la camiseta rojiblanca de los bilbaínos. Aquella noche, en solo tres minutos, del cuatro de partido al siete, Karim marcado dos goles espléndidos. «Este es un gran estadio, me hace muy feliz salir así», explicó el último Balón de Oro al acabar el partido.
Eso dos goles en La Catedral pusieron la cuenta de Benzema ante el Athletic en 18 los goles en 27 partidos ante los vascos. De ellos, 16 han sido en sus 25 duelos ligueros ante los leones. No es un dato menor, porque en las 91 ediciones que se han celebrado de la competición liguera, solo hay dos jugadores que mejoran esa marca, y es a una distancia tan corta como para pensar que Karim la puede o igualar incluso hoy.
Como no podía ser de otra manera, los que tiene por delante son Leo Messi (18 goles al Athletic en 27 duelos ligueros) y Cristiano Ronaldo, con una asombrosa media: 17 en 18 partidos.
Benzema, que además anotó dos veces ante el Athletic en la Supercopa de España, uno en cada partido jugado, se presenta en San Mamés con vuelo. Aunque no estuvo brillante ante el Villarreal, desde la vuelta de la competición tras el Mundial, ha marcado cinco de los nueve goles de su equipo. En total acumula 11 goles a pesar de que el primer tramo de la campaña se lo pasó entre algodones y acumulando ausencias.
Con Yeray e Iñigo Martínez fuera de los planes de Valverde, la pareja de centrales del Athletic que se las verá esta noche con el Balón de Oro estará formada por dos chavales de 23 años. Uno, Vivian, ya los tiene; el otro, Aitor Paredes, los cumple en abril. Entre ellos suman 39 partido en Primera (35 y 4); Benzema cumple en San Mamés los 425.
Ellos, si Valverde no fuerza con Balenziaga de central o se inventa otra cosa, serán parte clave en el trabajo del Athletic para frenar a un Benzema al que le brillan los ojos cuando se enfrenta a los leones. Sus 18 goles totales a los bilbaínos encabezan una clasificación en la que van por detrás el Valencia (16 tantos en 27 partidos), Granada (14/17) y Barcelona (14/43).
English 
Français 
Español 
