Fernando Reges va recuperando, poco a poco, el tono físico que siempre ha lucido en el Sevilla. Pasó unos meses muy duros, con una mononucleosis infecciosa que le apartó del equipo varios meses. Se le ha echado de menos. «Aprendí que no nos podemos quejar de nada. Las cosas vienen en la vida y no me puedo quejar. Estoy en un gran club, tengo una familia espectacular y ahora tengo salud», manifestaba en un programa de la televisión oficial del club andaluz. En ese mismo espacio se dio una situación curiosa. Pape Gueye, mediocentro franco-senegalés firmado en enero, no ha podido ser inscrito en la Europa League y el propio Fernando…¡no lo sabía!
Pregunto en varias ocasiones al presentador si eso era así. Lo cierto es que los clubes sólo pueden hacer tres cambios en las listas europeas. Badé, Ocampos y Óliver Torres entraron con respecto a la Champions. Había que dejar uno fuera y se optó por Gueye, el último en llegar junto a Bryan Gil, quien por edad podía inscribirse en la lista B de los canteranos. El rendimiento que podía ofrecer era totalmente desconocido, aunque Sampaoli, quien apostó por su contratación, le ha dado dos titularidades en dos partidos que ha podido contar con él. Sobre todo fue imponente su partido ante el Mallorca, liberando de ciertas funciones a Fernando, quien agradecía sobremanera un socio en el campo.
«Pero, ¿por qué? Yo no estaba contando con eso, yo pensaba que estaban todos los jugadores disponibles. No me cuadra eso porque yo no me lo esperaba», aseguraba Fernando. Una decisión tomada por el club y comunicada en su momento al propio jugador y de la que era conocedora la plantilla, aunque se ve que el brasileño no había estado demasiado pendiente a esta circunstancia. Lo que más le molesta es perder a su nuevo socio. Sampaoli deberá tirar de Jordán, Rakitic o Gudelj para acompañar al número 20. La Europa League exige lo máximo y el Sevilla competirá sin la energía de Pape Gueye en la medular. Todos los sabían…menos Fernando.