
Este curso el Getafe ha visto cómo sus laterales han sido, posiblemente, el punto de quebradero de cabeza más importante para Quique Sánchez Flores. Hasta siete jugadores han jugado en el carril esta campaña, siendo, precisamente, dos de sus laterales puros, Angileri y Amavi, los que menos minutos han gozado. Además, estos dos suponen los únicos carriles zurdos para el cuadro getafense.
Djené, Portu, Gastón Álvarez o los propios Amavi y Angileri han jugado en una, otra, o las dos bandas como es el caso del ex de la Real Sociedad esta temporada. Pero, haciendo balance de curso, Damián Suárez y Juan Iglesias, los dos laterales derecho que tiene el ‘Geta’ en plantilla, son los que han convencido más al técnico azulón.
Frente al Cádiz volvían a compartir defensa, después de que el vallisoletano se ausentase varias semana de la titularidad tras la lesión que sufrió y el charrúa, por otro lado, se haya vuelto a asentar en el once tras varias jornadas en el banco.
Jerarquía y contundencia
Nadie duda en absoluto de lo que Damián Suárez es para el Getafe ni de lo que el Getafe es para Damián Suárez. Sangre, sudor y lágrimas que dotan de carácter al equipo que nota en el campo cuando el internacional se encuentra en el tapete. Quique sabe que esa experiencia será clave en vistas al objetivo de la permanencia y un duelo que se prevé intenso contra el Sevilla como escollo más próximo.
Por su parte, Juan Iglesias volvió a trabajar en silencio en el Nuevo Mirandilla, siendo protagonista del desagradable golpe que Iza Carcelén le propició y que le ha costado al Cádiz perder a su jugador tres partidos. Además, el defensa estuvo presente en las dos acciones de los penaltis y podría volver, frente a los de Sampaoli, a copar el carril izquierdo en una temporada para Juan en la que ha tenido que amoldarse casi de inmediato a esa posición.