En cuanto acabe esta temporada, el Barcelona se lanzará de lleno a la construcción del Espai Barça. Aunque los primeros trabajos en el Camp Nou ya han comenzado, todavía no se ha podido empezar con el grueso de la obra al estar el equipo jugando ahí sus partidos como local. Será este verano cuando empiece lo serio y, por lo tanto, cuando el campo quede inservible para los azulgranas durante una temporada. Un curso, el que viene, en el que el Barcelona disputará sus partidos como locales en el Estadio Olímpico Lluís Companys, en Montjuïc.
Abandonar su casa para irse jugar a ese estadio va a generar una serie de problemas e incomodidades a los barcelonistas. Lo saben bien los aficionados del Espanyol, que durante 12 temporadas jugaron en Montjuïc sus encuentros como locales, hasta que construyeron el RCDE Stadium. También es consciente Joan Laporta, que llegó a plantearse la posibilidad de ampliar el Johan Cruyff de la Ciudad Deportiva antes de optar por ir al Olímpico.
Donde primero va a notar el Barcelona el cambio es en el bolsillo. El club estima que este traslado por una temporada le costará entre 15 y 20 millones de euros entre alquiler y las reformas que ya está llevando a cabo para adecuar el campo a sus necesidades.
Montjuïc tiene mucho menos aforo que el Camp Nou. Prácticamente la mitad. Por lo tanto, el equipo pasará de jugar con un aforo de 98.000 personas a hacerlo con otro de 50.000. Eso implica también un descenso en los ingresos de taquilla muy importante.
Y eso contando con que se llene, que es lo que prevé el club. El problema es que los accesos a la montaña son más incómodos que los del Camp Nou. Allí no llega el metro, por lo que los socios deberán buscar alternativas como el funicular o las lanzaderas que pondrá el Barça desde la Plaza de España. El coche no será una opción, ya que se limitará el acceso con ese tipo de vehículos en los días de partido. El club sabe que eso puede ser desalentador y por eso hará una inversión conjunta con el Ayuntamiento de Barcelona para tratar de mejorar los accesos. Ese plan de movilidad costará 7,2 millones de euros, de los cuales el Barça pondrá el 64 por ciento (4,61 kilos) y el resto el Consistorio.
Subida de precios
Para intentar mitigar estos efectos, el club ha anunciado una importante subida en el precio de los abonos de cara a la temporada que viene. Un anuncio que ya ha generado malestar entre los socios. El abono de Tribuna pasa de los 1.286 euros actuales, a costar 1.738. Los Goles de 569 a 723 y el lateral más caro del Camp Nou pasará de costar 815 euros a 1.002.
Agrupaciones de socios como Seguiment FCB han protestado por esta subida de los precios. También el que fuera candidato a la presidencia del club, Toni Freixa, que lo calificó de «cuchillada» y pidió públicamente que esta decisión pasara por Asamblea para su votación.
Además, hay que tener en cuenta que de los 50.000 asientos que hay en Montjuïc, se considera que unos 10.000 tienen una mala visibilidad. Esto podría echar para atrás a algunos socios de cara a la temporada que viene. El club permitirá pedir una excedencia a aquellos abonados que tengan sitio en el Camp Nou y no quieran mudarse al Olímpico. En tal caso, se les reservaría su asiento para cuando el equipo vuelva a su estadio.
Con todo, en el Barça confían en que el equipo no se resienta del traslado y que el cambio de estadio no repercuta en el rendimiento deportivo. Eso sí, cruzan los dedos por no sufrir retrasos en las obras del Camp Nou y que este exilio sólo dure el poco más de una temporada que está previsto. El club no está para más sangrías económicas.