La baja de Jon Morcillo será más larga de lo esperado. El extremo rojiblanco, que se fracturó la clavícula izquierda el pasado 26 de febrero y fue intervenido quirúrgicamente la primera semana de marzo, continúa en problemas. Ya lleva tres operaciones y dos de ellas no estaban previstas. «Es la situación más difícil que me ha tocado afrontar en mi vida, no está siendo fácil para mí, cuando siento que avanzo y consigo progresar un poco, vuelven los problemas», lamentó en un comunicado publicado en sus redes sociales.
Morcillo (24 años) tiene contrato hasta junio de 2024 y esta campaña, que inició en la parrilla de salida para una cesión, había participado en 10 partidos de Liga. Uno de los principales problemas de su lesión está en la mala cicatrización a partir de la placa que le colocaron para unir el hueso. Hasta que la herida no esté en condiciones el trabajo será más lento de lo esperado. Cuando el hueso consolide y la herida mejore el futbolista tendrá que volver a la mesa de operaciones para retirar los dispositivos colocados para solventar la fractura.
Las complicaciones en la rehabilitación de Morcillo se han conocido a partir de la publicación personal del futbolista. El Athletic sólo informó el 2 de marzo del resultado de la intervención inicial. «El jugador Jon Morcillo ha sido intervenido esta mañana en IMQ Zorrotzaurre de la fractura de clavícula que sufrió durante el partido contra el Girona FC. La cirugía ha transcurrido conforme a lo previsto. El jugador comenzará su proceso de rehabilitación la próxima semana en Lezama», exlico el club.
El comunicado del jugador
«Como sabéis, el 26 de febrero me rompí la clavícula en San Mamés y llevo de baja desde entonces… Lo normal, si todo hubiese ido bien, sería estar disfrutando y haciendo lo que más me gusta de nuevo junto a todos mis compañeros, pero lamentablemente no es así, y es que ayer me tuvieron que intervenir por tercera vez. En la primera operación, me colocaron una placa para sujetar el hueso y ayudar a que vuelva a unirse correctamente, pero es una zona en la que la piel es muy fina y por desgracia, tras pasar otras dos veces por quirófano, la herida no acaba de curar. Además, aún es muy pronto para retirar la placa, por lo que toca esperar. La verdad es que esta situación es la más difícil que me ha tocado afrontar en mi vida, no está siendo fácil para mi, cuando siento que avanzo y consigo progresar un poco, vuelven los problemas. En mi cabeza, desde el primer momento siempre he tenido la motivación de estar de vuelta lo antes posible y poder disfrutar y ayudar al equipo de nuevo en esta fase de la temporada tan decisiva. Por desgracia, se que ahora eso es imposible así que solo queda esperar y contar los días que quedan para volver más fuerte que nunca. Gracias a todos los mensajes de preocupación y ánimo que he recibido».