Uno de los principales problemas que se le presentan a Víctor Orta en la planificación deportiva del nuevo curso al frente del Sevilla tiene que ver con el exceso de futbolistas con contrato en vigor. Una situación que obliga a la Dirección Deportiva nervionense a hacer sitio en su plantilla antes de empezar a pensar en más incorporaciones. Y este ‘overbooking’ afecta de manera directa a varios canteranos que regresan a casa este verano tras completar sus respectivas cesiones, como es el caso de Kike Salas.
El central sevillano, de 21 años de edad, ha jugado a préstamo desde finales de enero en el Tenerife, en Segunda, donde ha ido de menos a más hasta disputar un total de siete partidos, con 404 minutos sobre el terreno de juego. Y aunque su participación ha sido algo más baja de lo que le hubiera gustado, ha dejado buenas sensaciones en el club hasta el punto de que desde el Heliodoro Rodríguez López, como desveló la Cadena Ser, se han vuelto a interesar por una nueva cesión de cara al próximo curso.
El Tenerife, según ha podido saber MARCA, no es el único equipo que ha puesto sus ojos en Kike Salas, y desde el área deportiva del Sevilla se analizan distintas alternativas. Lo que sí es cierto es que su continuidad en la plantilla de Mendilibar parece casi imposible, teniendo en cuenta la cantidad de jugadores con los que cuenta el técnico vasco en su puesto: Rekik, Badé, Nianzou, Marcao, Gudelj y el argentino Gattoni, fichado hace meses.
Varios cedidos sin sitio
Un nuevo préstamo se presenta como la alternativa más probable para Kike, llamado junto a otros cedidos que regresan este verano como Óscar, Januzaj, Idrissi, Rony Lopes o Delaney, entre otros, a buscar su futuro lejos del Ramón Sánchez-Pizjuán, donde se hace imprescindible liberar fichas para poder sumar nuevos efectivos que eleven el nivel de un plantel que, pese al éxito de la Europa League, vivió un curso complicado en LaLiga que el club no quiere que se vuelva a repetir.