A propósito del Mundial Femenino de Australia/Nueva Zelanda que iniciará este jueves 20 de julio, en la última semana la canadiense que juega con la Selección de Venezuela, Sonia O’Neill, fue noticia tras anunciar en sus redes sociales que se tomaría un respiro del fútbol. «Cansada de la toxicidad», mencionó.
La defensora central/volante nacida en Toronto, de padre canadiense y madre venezolana, fue la sensación en la pasada Copa América que se disputó en Colombia. Su belleza se llevó más de un suspiro de la competencia que reunió a las selecciones del continente y que terminó en el título de Brasil.
Sonia, quien también estaba jugando con Turbine Potsdam de la Bundesliga de Alemania, decidió alejarse un rato de las canchas. «Muchas cosas pasan en el mundo del fútbol femenino que la gente no ve o no conoce. Ni mis amigos o familia saben todo lo que he hecho el pasado este año y también durante mi temporada en Rangers. Me siento bien físicamente pero mentalmente no».
La futbolista aseguró que «necesito descansar y apartarme del fútbol por un rato. Dejé que la gente me tratara como un número sin valor, no como un ser humano. Dejé que la gente me faltara el respeto hasta el punto en que dejé de respetarme a mí misma como persona y jugadora. No estoy hablando de las redes, fanáticos, o si juego no juego, estoy hablando de clubes y entrenadores que no nos tratan como seres humanos».
O’Neill, de 28 años, mencionó que el fútbol femenino tiene mucho por mejorar: «Por favor no empiecen a distribuir chismes. Jugué afuera de mi hogar y familia por 12 años y estoy cansada de la toxicidad en el fútbol femenino. No estoy hablando de solo una persona o una situación».
Lo cierto es que la talentosa volante recibió mensajes de apoyo en su publicación, entre ellos el de Deyna Castellanos, una de las referentes del seleccionado vinotinto. Por ahora, Sonia O’Neill se aleja de las canchas dando un claro mensaje al fútbol femenino, el mismo del que por estos días tanto se habla por cuenta del Mundial.