Pablo Torre llegó al Girona hace pocos días y en los dos amistosos que ha disputado el conjunto gerundense ha sido titular. Para Míchel, que el futbolista se ruede con sus nuevos compañeros y se empape de la idea y estilo que el técnico de Vallecas quiere dar al equipo es básico para que la adaptación del jugador cedido por el Barça sea lo más rápida posible.
«Tenía ganas de llegar y de estar con mis compañeros. El míster me llamó y me dijo que quería que estuviera aquí. La idea de juego me gusta y me parece un equipo muy divertido, que ataca mucho y que, por mis condiciones, creo que podemos hacer cosas bonitas aquí», decía el cántabro en la entrevista emitida por los medios oficiales del Girona.
Pablo Torre añadía: «El Girona es el mejor equipo en el cual puedo ofrecer la mejor versión. Tengo muchas ganas de demostrarlo con la ayuda de todos. El técnico me dice que ataque, que me atreva, que juegue por detrás de los medio centros rivales… Son condiciones que creo que se me dan bien».
Llegado hace menos de una semana en plena concentración de su nuevo equipo en la Vall d’en Bas, Torre parece haber encajado bien en el grupo consolidado del cuadro blanquirrojo: «Me ha sorprendido la calidad de la gente que hay aquí, los veteranos tienen muy buen rollo con los jóvenes. Estoy un poco más con los jóvenes, pero la bienvenida ha sido muy buena», sentenciaba el de Soto de la Marina.
El Nápoles, un nuevo rival
El Girona iniciará el lunes la segunda y última concentración de la pretemporada en la Ciudad Deportiva del Manchester City. Allí jugará contra el Sheffield United, el miércoles, y el Blackburn Rovers el sábado. Después del ‘stage’ por Inglaterra, los catalanes disputarán sus dos últimos partidos amistosos contra dos equipos italianos. Y es que, el club anunció que jugará contra el Nápoles el 2 de agosto a las 19.00 horas. El duelo se disputará en el estadio Teófilo Patini de Castel di Sangro, lugar donde ya se vieron las caras los dos equipos el año pasado con derrota catalana (3-1).
El Girona cerrará sus partidos de preparación el 6 de agosto disputando en Montilivi el trofeo Costa Brava ante la Lazio, un partido que servirá para presentar al equipo ante su afición.