El fútbol te da y te quita y en Mundial pasa más lo segundo, especialmente cuando se falla en la puntada final.
A Portugal le quitó la posibilidad de clasificarse a la segunda fase del Mundial Femenino 2023, básicamente por sus propios problemas de definición. El empate 0-0 contra Estados Unidos lo devuelve a casa.
Y es una pena pues el esfuerzo de Portugal fue admirable. En el primer tiempo se Norton, Silva y dos veces Nazareth sin éxito, siempre un poquito abierta, un poquito arriba, siempre ayudando a la portera rival.
Estados Unidos tuvo un par de aproximaciones con Williams, una a ras de piso especialmente peligrosa, pero no llegó a inquietar a la portera portuguesa en la primera parte y Morgan, el gran dolor de cabeza, lució bien controlada e incómoda en el arranque.
Pero el favorito sintió la charla técnica, al parecer, pues salió con una actitud distinta para el complemento, con intentos de Lavelle y el más claro de Morgan a los 54 minutos.
Sin embargo, el momento clave para el ataque norteamericano fue el ingreso de Rapinoe a los 60 minutos: en pelota quieta, en pases profundos, en un segundo más para pensar resolvió la desconexión de las atacantes y fue así como Morgan y sus compañeras encontraron un alivio.
Portugal no sabía elegir si atacar para sobrevivir o defenderse para evitar la humillación y en esa indecisión se le fue el tiempo para intentar el gol, aunque vale decir que al minuto 90+1 lo tuvo clarito Capeta pero lo salvó milagrosamente la arquera Naeher.
Las europeas no pudieron evitar del destino de la eliminación pues terminaron terceras con 4 puntos, uno menos que las estadounidenses y tres menos que las neerlandesas, líderes del grupo E. Las campeonas mundiales dejaron la sensación de no lograr todavía su punto alto de rendimiento, el que esperan encontrar ahora en los octavos de final.