
Aunque sólo ha transcurrido la primera jornada de Laliga, la enfermería del Atlético comienza a complicar el camino: Koke no volverá a jugar hasta después del parón, Correa sufre un esguince de tobillo y Simeone no recuperará para este domingo contra el Betis a ninguno de sus tres lesionados, pues aunque Molina es el más próximo a su recuperación, aún resulta arriesgado forzar su participación.
Si ninguna duda, la baja del capitán supone el mayor contratiempo, pues deja al Atlético huérfano de un 5 por más que Barrios se esté reinventando ilusionantemente en esa posición. Tal y como se temía, las pruebas médicas a las que fue sometido este miércoles Koke revelaron que padece una «lesión miotendinosa proximal de la musculatura isquiotibial del muslo derecho». Dicho de otro modo, precisará de tres semanas para reintegrarse al grupo, con lo que no volverá a estar disponible hasta después del parón.
De este modo, Barrios o un Witsel al que El Cholo no convence en esa plaza tras acusar la pérdida de velocidad, deberán ocupar el vacío de Koke, a la espera de que llegue el ansiado 5 que pelea Andrea Berta (tiene que salir Joao antes), contra el Betis y el Rayo a domicilio y el Sevilla en el Metropolitano.
Por si no fuera suficiente, el concurso de Correa en el Villamarín está en duda por un esguince de tobillo que se produjo contra el Granada. Para colmo, ni Giménez, ni Reinildo ni Molina podrán sumarse a la convocatoria de Simeone salvo que se optara por forzar al argentino.