El Sevilla no olvidará Atenas. El destino quiso que la posibilidad de levantar su segunda Supercopa de Europa se estrellase en un larguero de la tanda de penaltis. Otro lugar que quedará marcado en el amargo recuerdo de las finales perdidas, las que se escapan entre los dedos, como Tiflis, Trondheim o Budapest. La vida sigue, no obstante, y el equipo ya debe estar con la mente puesta en el partido del lunes en Vitoria, donde le urge ganar tras la derrota en el estreno liguero. La experiencia del pasado año aconseja no dejarse ir en el inicio del campeonato, que no regrese ese nerviosismo tan poco aconsejable y temible.
Esa labor será de José Luis Mendilibar, quien en la rueda de prensa posterior a la final se despachó a gusto sobre todo lo que está sucediendo alrededor del mercado, con algunos de sus jugadores tocados por otros clubes en momentos poco recomendables. Y es que, mientras la plantilla deberá centrarse en sacar los próximos compromisos ligueros, la Dirección Deportiva liderada por Víctor Orta le toca sacar adelante todo el trabajo del verano en dos semanas. Ya se ha marchado Bono. No será el único dentro de presumibles titulares en Nervión. También quedan los descartes. Un final de mercado con hasta más de diez movimientos. Una reconstrucción en tiempo récord para que lleguen más Supercopas.
Marcos Acuña ha sido el protagonista de las últimas horas en el Sevilla. Incluso por encima de Bono, quien jugó la final sabiendo que sería su último partido, o del propio encuentro ante el Manchester City. La oferta del Aston Villa (siete millones fijos) no se acerca a lo que desearía el club de Nervión para dejar salir a una de sus figuras. No tiene intención el club inglés, con Monchi en su organigrama, de subir mucho más la propuesta. Con las variables podía llegar a 10, aunque el Sevilla le ha hecho saber al jugador que su valor es mayor. Y Acuña quiere salir. Le ofrecen un salario muy superior. Una situación que se ha enquistado por ser quien es Monchi. La papeleta es ahora tratar con el jugador si se termina quedando. Desenlace incierto.
El Sevilla ha sondeado tanto al turco Cakir (Trabzonspor) como al croata Livakovic (Dinamo Zagreb). Son porteros en una edad y con una proyección que están en la agenda de Víctor Orta. dependerá del coste de los mismos la elección final. Porque la plantilla cuenta con Marko Dmitrovic, quien por momentos fue titular para Mendilibar el pasado curso. La opción final pasará por decidid qué dinero hay para el portero. Si un titular o no.
Víctor Orta tiene en mente varios movimientos que doten al Sevilla de físico y velocidad. Otro mediocentro (Soumaré) tras la llegada de Djibril Sow; un extremo izquierdo (Ludebakio), posición donde no tiene un jugador específico para ese costado; lateral izquierdo (Borna Sosa) si sale Marcos Acuña; y un delantero si finalmente se marchan Rafa Mir (al valencia) o En-Nesyri (fútbol árabe). Demasiadas incógnitas. La Supercopa ya es historia. Toca centrarse en el futuro. Y este pasa exclusivamente por acertar lo máximo en el mercado de fichajes. Es el turno de Víctor Orta.
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