Mirar a los banquillos en el Mundial Femenino 2023 es ver el reflejo de la vida cotidiana: solo 37 por ciento de las selecciones llegó con una mujer como entrenadora pero justamente es una de ellas la que este domingo disputará la gran final y, de paso, se asoma a un récord alucinante.
Sarina Wiegman, entrenadora de la Selección de Inglaterra, podría ser, si derrota a España, la primera DT que, en los casi 100 años de historia de la Copa Mundo masculina y femenina, gana la Euro con dos selecciones distintas y además se corona campeona mundial.
Wiegman, quien jugó fútbol al más alto nivel el Países Bajos y empezó su curso de entrenadora como profesora de educación física, sucedió a Phil Neville en la selección británica y desde entonces ha escrito una historia plena de satisfacciones: una derrota 2-0 contra Australia en la preparación de esta Copa Mundo es el único lunar en 37 partidos dirigidos, que incluyen la última corona europea, nada menos.
Con Países Bajos, en 2017, fue la artífice de una transformación total y un éxito impensable, el título de la Euro, para un equipo que solía no superar las fases de grupos . Además llevó al equipo a la final de la Copa Mundial de 2019, que perdió con Estados Unidos, y en los Juegos Olímpicos sufrió la eliminación en cuartos de final, por penaltis, contra el mismo rival. Ese día cerró su ciclo e Inglaterra fue por ella de inmediato.
«Tenemos un plam», dice en cada rueda de prensa sin revelar un solo detalles. Wiegman ha cambiado en esta Copa Mundo del 4-2-3-1 al 3-5-2 sin problema e inclusive jugó con un 4-4-1 cuando sufrió la expulsión de su figura, Lauren James. Sabe cuándo patear el tablero, sabe cuándo forzar a sus dirigidas a seguir el plan aún con sacrificio extremo, sabe presionar pero sabe aflojar la tensión.
A la hora de las discusiones no entra en polémicas innecesarias sobre la poca presencia femenina en estas citas orbitales y más bien invita a sus colegas a lanzarse por el éxito sin miedo. No se distrae. Así labró su fama de entrenadora implacable, ganadora cien por ciento, cercana a sus jugadoras pero asombrosamente estricta. La historia espera por ella.