El jugador del Deportivo Alavés Nahuel Tenaglia afirmó, tras su fichaje por el conjunto albiazul después de 18 meses de cesión, que la espera fue «dura», pero con un final feliz porque su única idea era jugar en Vitoria. El argentino reconoció que «no fue fácil» y no pudo ocultar ante los medios de comunicación que tenía muchas ganas de quedarse en el Alavés.
«El año pasado fue muy duro y lo terminamos de una manera muy hermosa», recordó el lateral, que firmó un contrato de cuatro temporadas con los babazorros. «Quería disfrutar de la Primera División», reconoció el futbolista, que manifestó que llega «el mismo Nahuel con las mismas ganas y los mismos sueños» que llegó por primera vez hace año y medio.
«Sé que nos espera un año súper duro pero estoy muy contento», expuso y no pudo contener la emoción al hablar de su hija, que el curso pasado nació en la capital vasca. «Queremos que crezca aquí y gracias a Dios eso se va a cumplir», afirmó. Agradeció también los mensajes que le envió la afición. «Me ha dado fuerza para entrenarme este mes y medio porque sabía que iba a venir. El cariño es mutuo», dijo el argentino.
«Físicamente me encuentro muy bien», expresó confiado en poder jugar aunque consciente de la competencia que tendrá con Andoni Gorosabel. Nahuel Tenaglia ya sabe lo que es jugar en Primera con el Alavés. «Aprendí mucho», remarcó el futbolista, convencido de que se merecen estar en Primera.
Preguntado por Luis García Plaza destacó que hace «un trabajo increíble en lo grupal». «Hablaba con todos y más con los que no jugaban, por eso tuvo un rol muy importante el año pasado», comentó. «Éramos una familia y más allá de los jugadores todo pasa por el entrenador y su cuerpo técnico», subrayó.