La temprana explosión de un futbolista sobre el terreno de juego va unida a una temprana madurez para saber cómo funciona el mundo del fútbol y sus entresijos. Con apenas 21 años, Gabri Veiga está en esas. Su talento floreció la temporada pasada de forma vertiginosa y desde que en enero su cláusula subiera a 40 millones de euros ha visto lo complicado que es el mercado futbolístico.
Después de que incontables clubes se interesaran por él y de pensar en hacer las maletas para jugar en la Premier o en Italia si surgía la oportunidad, el joven de Porriño finalmente se ha decantado por la liga y el destino de moda, Arabia Saudí. Y no, la clave de su decisión, por mucho que otros puedan pensarlo, incluido Toni Kroos a tenor sus palabras, está lejos de estar basada en términos exclusivamente económicos.
Tanto su rendimiento como el del Celta bajó la segunda parte de la temporada (llegando a pelear la permanencia en la última jornada), algo que hizo que muchos equipos interesados dudaran en desembolsar 40 millones de euros por Veiga a principio de mercado. Eso, unido a la tajante postura del club gallego de no bajar ni un euro sus pretensiones, pusieron el camino difícil para el centrocampista. Con muchos equipos echados a un lado, apareció el Nápoles, que entró con fuerza para hacerse con él, pero todo se desmoronó cuando el fin de semana pasado se rompieron las negociaciones.
El club italiano incomodó a las partes con documentos confusos y con un contrato de seis años sin cláusula de rescisión que el futbolista vio excesivo, más aún en una entidad que es conocida por poner mil problemas para que salgan sus jugadores. Que se lo digan a Osimhen y a otros tantos… Así pues, el jugador vio que en Italia podría ser un contrato largo y con la imposibilidad de salir en caso de no funcionar la experiencia.
Entonces apareció la opción árabe con el Al-Ahli, que le ofreció un contrato millonario pero con algo más importante para el jugador: tres años de duración. Con todas las garantías de poder salir sin trabas. Las cifras que suenan y que podemos confirmar desde esta redacción son realmente atractivas. El jugador gallego cobrará un montante total de en torno a 30 millones de si realiza las tres campañas en el club árabe, como ha podido saber Marca.
Allí coincidirá con estrellas como Firmino, Mendy o Mahrez, un ex celtista como Boudebouz, además del técnico Matthias Jaissle, ex del Red Bull Salzburgo, que estaba como loco por hacerse con el gallego. Nos llega por numerosas fuentes la acogida que todos ellos le tienen preparada en ese vestuario del que tanto puede aprender.
Así pues, la elección de Gabri Veiga no es sólo fruto de interés económico, que por supuesto cuenta. Sobre todo está motivada por ser la única salida que el Celta le dejó abierta: o se iba a Arabia o se quedaba en Vigo, donde necesitaban el dinero de su traspaso para hacer más refuerzos que permitan afianzar el proyecto de Rafa Benítez. Se convierte así en la venta más cara de la historia del club vigués.