
Dos puntos de doce. Ese es el bagaje del Real Mallorca en un arranque de Liga en el que se esperaba algo más del equipo de Javier Aguirre, pero todo se ha trasladado al regreso del parón, donde la obligación por empezar a sumar de tres será una realidad. Una vez se ha utilizado el break del parón por selecciones, que se presupone ha servido para encajar las piezas llegadas durante el mercado y con la Liga ya iniciada, toca ponerse el mono de trabajo para encarar un calendario que, como siempre, no es sencillo.
Ante rivales directos, con dos desplazamientos consecutivos, primero en Balaídos ante el Celta de Vigo y después un viaje corto a Montilivi para enfrentarse al Girona. Y con un ojo puesto en el próximo compromiso en Son Moix… ante todo un FC Barcelona. El Mallorca debe empezar a ganar y, aunque no es el mejor calendario, el conjunto balear debe empezar a sumar de para evitar que se enciendan las alarmar en este inicio de temporada en el caso de que tarde en llegar el primer triunfo del año.
Una inversión récord que debe empezar a carburar
El Mallorca debe exigirse más con el paso de las jornadas. Los cerca de 25 millones de euros invertidos sobre el césped, con traspasos históricos como el de Sergi Darder (8 millones más otros 2 en variables) o Cyle Larin (7,5 millones más variables), junto a apuestas de la dirección deportiva como puede ser el caso del central Van der Heyden (3 millones), son piezas que deben dar un paso adelante y encajar en la idea de juego de Aguirre. Esto pasa los propios jugadores, que gozan de experiencia en Europa, y otros en la Liga, pero también por parte del técnico mexicano, quien tiene gran parte de responsabilidad en la adaptación de los nuevos integrantes de la plantilla.
Por ello, este parón era necesario para el conjunto mallorquín. Pese a no contar con tres internacionales -Rajkovic, Valjent y Muriqi-, el resto se ha ejercitado en lo que han sido casi dos semanas para inculcar lo que Aguirre quiere de los recién llegados. Entrar en el once del técnico mexicano no es fácil cuando eres uno de los ‘nuevos’, el mejor ejemplo es Manu Morlanes, al que le costó media segunda vuelta debutar. Con los primeros partidos más que cumplidos… llega la hora de la verdad: empezar a sumar para cumplir etapas, con el destino de final de seguir dando pasos hacia adelante en Primera.