Luego de que fueran llamadas contra su voluntad para la Selección de España, las internacionales de ese país aceptaron quedarse en la concentración luego de un acuerdo al que se llegó entre la Real Federación Española y el gobierno.
Y es que tras el caso Luis Rubiales y Jenni Hermoso, 39 futbolistas pidieron no volver a ser convocadas si no se producían cambios profundos en la federación.
Pese a esto, la seleccionadora Montse Tomé llamó a muchas de ellas y aunque en primera instancia dijeron que no iban a ir a la convocatoria al final accedieron ya que estaba latente la posibilidad de ser sancionadas económicamente y deportivamente.
No obstante, las jugadoras pidieron una reunión en donde se negociaron varios temas y se llegó a un acuerdo final.
En consecuencia de esta reunión, que se extendió hasta altas horas de la madrugada en España, 21 de las 23 jugadoras seguirán en la convocatoria y fueron despedidos algunas personas de varios cargos de la Federación que eran vistos como muy allegados a Rubiales.
De igual manera, se creará una comisión tripartita entre el Consejo Superior del Deporte (CSD), las jugadoras y la Federación para hacer seguimiento a los acuerdos que busca evitar nuevos boicots y problemas en la RFEF.
Por otro lado, la Federación Española, en consecuencia el acuerdo, cambió la denominación de las selecciones masculina y femenina: “La Real Federación Española de Fútbol ha informado este miércoles de un cambio absoluto en la denominación de las selecciones nacionales: la marca única ‘Selección Española de Fútbol’ igualará a los combinados masculino y femenino”.
Ante esto, las jugadoras españolas estarán presentes para los juegos por Liga de Naciones de UEFA ante Suecia y Suiza la próxima semana.