
Uruguay enfrenta en la próxima jornada de Eliminatorias el partido del desgaste: juega en Barranquilla, a las 330 p.m., contra la Selección Colombia.
El duelo pactado para el próximo 12 de octubre tiene una connotación especial para los uruguayos, que antes han reconocido lo difícil que es jugar en el intenso calor de La Arenosa. A ellos les da cansancio solo pensarlo, pero a su nuevo entrenador, Marcelo Bielsa, literalmente lo trasnocha: “Sueño con ganar en Colombia y esa es mi ilusión”, dijo en rueda de prensa.
“Intentaremos de que el partido con Ecuador nos permita como antecedente inmediato y cercano superar dificultades que venimos de enfrentar. (Ante Colombia) Las dificultades son similares a las que encontramos contra Ecuador. Vamos a tratar de protagonizar, atacar, jugar en campo rival, no especular y el déficit que tengamos podamos hacerlo cambiar”, dijo, en alusión a la derrota 2-1 y a la dificultad de la situación del clima.
Ojo a la reflexión sobre la obsesión del resultado: “Siempre me pregunto si eso (ganar) tiene respaldo en el armado del equipo y me convenzo que si. En los dos partidos Uruguay está en condiciones de soñar y competir (…) Tengo la obligación de encontrar los motivos partiendo de la base Uruguay es un equipo que tiene un aporte muy grande. Dinámica, movilidad, ritmo, asociación colectiva para la construcción del juego. Depende mucho del movimiento y a partir de eso tiene jugadores técnicos para eso”, manifestó.
Lo suyo, en la vida y ahora al mando de Uruguay, no es especular:: “Hay entrenadores que tienen plan B y otros no. Eso se resume en dos cosas, protagonismo o especulación. El estilo o la forma de jugar es lo que no se puede modificar. Defender es tan importante como atacar y a la inversa. El estilo tiene otros componentes y está vinculado a los riesgos que un equipo de fútbol está dispuesto a correr. Lo que no puede hacer el DT es cambiarlo. Consolidar un estilo que lleva tantos partidos y creer que se cambia de uno a otro es imposible, porque la consolidación de una forma de jugar tiene un proceso. En la medida que no lo respete tardará más en definir que el estilo se instale y tal vez no lo consiga”, concluyó.