
Hugo Duro solo había llevado el dorsal 9 en el Getafe B (Segunda B) en la temporada 2019-20, sin contar la etapa del fútbol base. Sin embargo este verano, tras quedar libre por la salida de Justin Kluivert, el delantero getafense pidió llevarlo. Parecía un exceso de atrevimiento, pero detrás de la decisión había mucha confianza en sus posibilidades. Ahora, con cuatro goles y una asistencia, Hugo Duro luce el ‘9‘ como principal goleador del equipo. El tanto ante el Cádiz viene a confirmar que el futbolista está recuperado para la causa, que hace movimientos que antes se le veían menos -buscar el remate al primer palo, por ejemplo- y que ve puerta.
Cuando empezó la temporada, Hugo Duro estaba tan angustiado por romper su sequía que pidió tirar el penalti en la segunda jornada ante Las Palmas. A Baraja no le tembló el pulso. Pudo intentar ganarse a un delantero -el Valencia no había fichado aún a ningún punta- pero ordenó que lo lanzara Pepelu, aunque eso prolongara la mala racha del recién estrenado dorsal ‘9‘.
El exjugador del Getafe solo había marcado un gol en Liga -otro en Copa ante La Nucía– en una temporada 22-23 para olvidar. Precipitó su regreso tras una lesión en el tobillo y eso lo mantuvo con un plan específico de trabajo durante el parón por el Mundial. Pero su vuelta coincidió con la crisis deportiva de enero y la salida de Gattuso. Acabó llorando un partido en Mestalla tras fallar un penalti (el partido acabó en victoria 1-0 frente a Osasuna) y ya casi no se pudo quitar la sensación de frustración hasta el final de curso.
Por eso, cuando volvió a marcar ya esta temporada, con el 9 a la espalda casualmente ante Osasuna, Hugo Duro agradecía la comprensión de Baraja y reconocía que se quitaba una losa moral demasiado pesada: «El cuerpo técnico trabaja conmigo y me da mucha confianza. Yo intento plasmarla en el campo y por fin me quito un peso de encima gordo».
Le faltaba marcar porque la campaña la empezó muy bien. Su partido en Sevilla fue muy completo. Provocó la expulsión de Badé y asistió a Javi Guerra en el tanto de la victoria, pero le faltaba lo que todos los delanteros necesitan. Ahora le ha ganado el sitio a Yaremchuk, aunque Baraja también los ha probado juntos, y sigue sumando goles (dos con el pie y dos con la cabeza) para dar puntos a su equipo. Su mejor temporada en Primera fue con Bordalás, la 2021-22, en la que anotó 10, siete en Liga y tres en Copa (en cuartos, semifinal y final).