Boubakary Soumaré le ha dado la vuelta a su extraña situación en el Sevilla. De no gozar apenas de oportunidades con Mendilidar, a ser un fijo y el mejor jugador en el campo con Diego Alonso. El mediocentro francés ha demostrado que Víctor Orta no se equivocaba al pelear hasta el último día su cesión desde el Leicester, debiendo el jugador perdonar algunas cantidades y fiarse de la palabra dada, ya que no deseaba jugar en la Championship, mientras esperaba con impaciencia a los sevillistas hasta el último día de mercado. Un riesgo que, por momentos, sintió que había sido excesivo, puesto que no lograba un lugar en el equipo titular, pese a mostrar en los entrenamientos que era un futbolista más que válido. Diferente, con mayor recorrido físico que sus compañeros y una calidad fuera de toda duda.
Diego Alonso compartió con Soumaré el primer parón y supo al instante que lo necesitaba. Encima, se ha encontrado con los numerosos problemas de Fernando Reges, entre físicos y personales. Se ha convertido en su mediocentro titular y en el encargado de iniciar el juego en el Sevilla, recibiendo la pelota directamente del portero en el área pequeña. El francés puede realizar esa función, aunque también se siente cómodo cuando está más liberado. De momento le toca proteger a Sow y Rakitic, mirando especialmente cuando se desprotege la espalda de uno de los laterales. Está encargado de tareas defensivas, aunque en las de creación demuestra no fallar un pase. Si Fernando encuentra su momento en el curso, podrá Soumaré hacer esa otra función que tan bien desarrolló en la Premier.
Sus partidos en el Sánchez-Pizjuán ante el Real Madrid, Arsenal y Betis le han catapultado dentro del equipo y la afición. En el derbi fue el más destacado de los locales. Ningún adversario fue capaz de regatearle. Y no sólo eso, terminó con un 93% de acierto en el pase y llevándose siete de los nueve duelos a los que fue sometido. Una mezcla perfecta de virtudes físicas y atléticas. Ya sólo necesita que el propio equipo le acompañe o que desarrolle su función en el lugar que más necesiten los suyos. Soumaré está preparado. El único que aporta luz en medio de las tinieblas.