Hace unas semanas MARCA informó sobre la decisión del Real Madrid de no realizar movimiento alguno de entrada en la ventana de fichajes que se abrirá dentro de un mes y doce días. Desde el club blanco mantienen la teoría de que es un mercado que ofrece jugadores que apenas terminan aportando en sus nuevos destinos y que en el Real Madrid apenas han funcionado cuando llegan con el carácter de urgencia.
En los últimos días las lesiones se han cebado en el equipo que dirige Carlo Ancelotti. Tchouaméni, Camavinga y Vinicius serán baja hasta las primeras semanas de 2024, mientras que Arda Güler, la gran esperanza, pero a su vez el gran desconocido, no tiene fecha de regreso. El panorama puede llegar a ser aterrador, pero las soluciones llegarán desde dentro, mirando al fondo de armario y a la cantera. No hay otra.
Gran parte de los aficionados piensan que sería el momento de empezar a mirar y aprovechar el mes de enero para incorporar algún jugador, pero dirigentes y técnicos de la entidad madridista no están por la labor de fichar a futbolistas que pasados unos meses puedan llegar a significar un problema al regreso de los que por derecho adquirido en el terreno de juego y vistiendo de blanco son titulares.
Las ideas claras
Acudir al mercado en invierno, sería un poco traicionar la estrategia del Real Madrid de seleccionar los fichajes en tres categorías: cracks mundiales, jóvenes con talento a explotar y oportunidades de mercado que en enero no suelen aparecer.
De esta manera, Ancelotti celebra la vuelta inmediata de Dani Ceballos, jugador que ayudó mucho hace justo un año en los meses duros de invierno, la explosión de Brahim y lo que pueda aportar la cantera con Nico Paz como referencia, pero sin olvidar a Gonzalo García y Mario Martín, dos jugadores de pleno agrado del cuerpo técnico.
En Valdebebas saben que a partir de ahora van a llegar multitud de ofrecimientos. El mercado está próximo a abrirse y los agentes se van a empezar a mover, pero la idea parece clara: «No es el momento de fichar», sentencian. Además, confían en lo que hay en el vestuario para sacar adelante los partidos hasta el parón de Navidad, momento en el que Ancelotti y los suyos tenían previsto dar el golpe a LaLiga y que ahora puede quedar reducido a la supervivencia. Pese a todo, hay confianza en ese plan B, en esos jugadores que pueden pasar a asumir un rol importante que hasta ahora no tenían.