El hecho bochornoso de la sexta fechas de las Eliminatorias al Mundial 2026 fueron las peleas en las tribunas del estadio Maracaná, entre hinchas argentinos y miembros de la Policía brasileña.
La victoria 0-1 de Argentina contra Brasil por poco no se puede registrar debido a los hechos de violencia previos al duelo, que se retrasó media hora y que el mundo vio con asombro.
La situación no pasó inadvertida para la Conmebol y la FIFA, que enviaron mensajes de rechazo
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, dijo en sus redes sociales: “La violencia en el fútbol es totalmente inaceptable, tanto dentro como fuera del campo de juego. Este tipo de sucesos, como los ocurridos durante el partido de clasificación para la Copa del Mundo de la FIFA entre Brasil y Argentina en el estadio Maracaná, son inaceptables en nuestro deporte y en nuestra sociedad. Sin excepción, todos los jugadores, simpatizantes, personal y directivos tienen que sentirse seguros y protegidos para poder jugar y disfrutar del fútbol, y solicito a las correspondientes autoridades que garanticen que esto se respete en todos los ámbitos”, concluyó.
A su turno, la asociación suramericano explicó: “La Conmebol condena toda forma de violencia y cooperará siempre con acciones que apunten a desterrar la violencia, el racismo, la xenofobia y la discriminación. En este sentido, la Confederación Sudamericana viene trabajando sistemáticamente en la erradicación de este flagelo que afecta al fútbol sudamericano y mundial; y se pone a disposición para continuar colaborando en toda iniciativa que busque erradicar la intolerancia y la violencia en el deporte”.
¿Y de los castigos, qué?
Aunque se evidencia la indignación, a la hora de las sanciones, que en otros escenarios han sido drásticas, la FIFA y la Conmebol se pasar la pelota y no confirman decisiones oficiales.
«La Conmebol no es organizadora de las clasificatorias a la Copa del Mundo. La elaboración de las normas que rigen la clasificatoria, así como la decisión de abrir una investigación y la aplicación de eventuales sanciones, son atribuciones exclusivas de la Fifa”, dijo la entidad suramericana, mientras se espera respuesta de la FIFA.
La Policía de Brasil lamentó que las entradas para el juego se hubieran vendido sin fijar una ubicación precisa para la hinchada visitante, lo que habría dificultado el control de los hechos violentos en el escenario.