Se estrenó en Primera división en septiembre en Montjuic, frente al Barcelona, jugando 45 minutos por lesión de Rui Silva. Y de nuevo los problemas físicos del portugués y del chileno Claudio Bravo le abrieron las puertas de la titularidad hace un par de semanas en el derbi, en el Sánchez-Pizjuán. Hoy, en su segundo partido como titular, se ponía por primera vez entre palos en el Benito Villamarín, y su puesta en escena ha sido sencillamente extraordinaria.
El pontevedrés se ha convertido en un muro infranqueable para Las Palmas con auténticos paradones con los que ha frenado el arreón final del conjunto amarillo. Felicitado por sus compañeros tras el pitido final y con su nombre coreado por la afición verdiblanca en las gradas, Vieites ha permitido que el Betis sume tres valiosísimos puntos en su carrera por los puestos europeos de la clasificación. Tal vez para el jueves en Praga ya esté recuperado Rui Silva, pero la preocupación por los problemas físicos de los dos primeros porteros de la plantilla de hace unos días se han tornado en confianza total en Vieites.
El sueño de debutar así en casa: «Increíble. Me enseñasteis fotos mías con 14 ó 15 años. Si le cuento lo que ha pasado hoy, no se lo creería».
Cómo está asumiendo este cambio en su vida: «Llevo tiempo trabajando con mi psicólogo. Nos preparamos para competir en cualquier escenario. La exigencia es la misma, lo que cambia es el escenario. Nos preparamos en el día a día con los mejores».
El ambiente del Benito Villamarín: «La afición es increíble, pero uno está tan concentrado que no la escuchas. Te aíslas de todo. No hay tiempo. Siempre hay algo que hacer o decir. Esto es la élite. Te das cuenta de lo inmenso que es esto».