Diego López se ha entrenado por primera vez con el grupo protegido con una máscara facial tras haber sido operado de la fractura del pómulo izquierdo. El atacante del Valencia quiere acortar los plazos para regresar y quiere entrar en la convocatoria del próximo sábado contra el Granada (14:00 horas, Los Cármenes). Pero la decisión no va a depender exclusivamente de él, ya que los médicos tienen que evaluar el estado de la fractura cuando aún no se han cumplido ni dos semanas de la intervención quirúrgica.
La presencia de Diego López al principio del entrenamiento con el grupo parecía estar dentro de la normalidad, lo que ha llamado especialmente la atención ha sido que el futbolista participe en el partidillo de preparación con todos, como ha adelantado Radio MARCA Valencia, partiendo como hace habitualmente desde la banda izquierda.
Diego López ya advirtió la semana pasada, antes del encuentro contra el Sevilla que estaría dispuesto a jugarlo: «Si por mí fuera, el sábado ya me metería a jugar; pero, obviamente, no se puede y ojalá sea más pronto de lo esperado», expresaba en los medios oficiales del club.
Lo cierto es que Diego López completó una primera semana de trabajo en solitario con buenas sensaciones físicas y de adaptación a la máscara. Y en esta segunda la mejoría va a más. Pero lo cierto es que puede ser precipitado aún verle en un partido de fútbol, donde los contactos fortuitos en la cara le pueden dar un susto. Desde luego, si no es Granada, el encuentro que tiene en el horizonte es el de Mestalla contra el Real Madrid (2 de marzo, 21 horas).
Diego López se está entrenando con una máscara personalizada -de carbono y gomaespuma interior- tal y como explicaba el jefe de los servicios médicos, Pedro López, hace unos días. «Primero se hizo un escaneo facial y, en función de la fractura del hueso malar se le ha diseñado la forma para protegerle mejor la zona y contar con una buena visión».