Imanol Alguacil celebró el gol de Mikel Merino con la mayor alegría que se le recuerda, ya que habitualmente aguanta su felicidad, incluso con el tanto de Mikel Oyarzabal para ganar la Copa del Rey en 2021, y ese hecho unido a la arenga que organizó tras el triunfo en Son Moix, también extraordinaria, han destapado su versión de coach motivacional.
Imanol, al margen de por sus grandes planteamientos como entrenador, había llamado la atención por sus celebraciones, como la del título de Copa en la sala de prensa, cuando se puso la camiseta de futbolista y arengó a la afición txuriurdin, que estaba en sus casas, o las del vestuario, cuando golpea el baúl del material al ritmo del ‘bat, bi, hiru, lau, bost, sei, sazpi, ¡Real!’, pero la semana pasada ha dejado ver su lado más alentador.
El de Orio, primero, criticó tras la derrota en París a Hamari Traoré, asegurando luego que era un mensaje motivacional a toda la plantilla. Después, en Son Moix, festejó con más efusividad que nunca el gol de Merino y, tras el triunfo, quiso reunir a toda la plantilla sobre el verde y realizó una arenga antes de retirarse a los vestuarios.
Citas decisivas
Imanol, evidentemente, ha sido consciente del momento delicado que ha atravesado su equipo, sin gol y sin victorias en un momento muy importante de la temporada, con la final de la Copa del Rey en juego y la continuidad en los puestos europeos en LaLiga y en la Champions, y ha tirado de sus conocimientos de coaching emocional para motivar a los suyos.
La victoria y los gestos del domingo en Son Mix, además de poner fin a esa mala racha, pueden ser también psicológicos de cara a ese decisivo encuentro de la semana que viene en Anoeta, con el pase a la final para optar aun título en juego, nada más y nada menos. Antes llegará el Villarreal a Anoeta, con tres puntos valiosos en la pelea por Europa en el campeonato doméstico.