Arsene Wenger ha dado nombre al oficioso por el momento cambio de la norma de fuera de juego. El técnico francés y actual responsable de desarrollo de fútbol de la FIFA, quiere favorecer el juego de ataque y considera que la norma actual mira por el defensor y nunca por el delantero. Hace dos años, en esa reuniones que mantienen los diferentes grupos de interés del fútbol mundial, Wenger puso sobre la mesa una vuelta de tuerca al actual fuera de juego. Como todo cambio en el mundo del fútbol, antes de tomar la decisión definitiva, se hacen pruebas y más pruebas para comprobar si la modificación es asumible y compatible con el fútbol.
Eso es lo que está sucediendo con la denominada ley Wenger del fuera de juego, esa que pretende dar una vuelta por completo y que sea la parte más atrasada del delantero en línea con el defensa, la que marque o no la situación antirreglamentaria del atacante. De salir adelante la idea que ya está en pruebas, el delantero podrá estar situado por delante del defensa, pero siempre manteniendo una parte de su cuerpo en línea con el penúltimo rival. Más claro, el fuera de juego pasaría a quedar delimitado hacia delante y no hacia atrás, favoreciendo en teoría la llegada de más goles.
La iniciativa ya se está probando desde el pasado mes de noviembre en diferentes torneos juveniles de Suecia e Italia. El recorrido todavía es largo antes de que la IFAB pueda introducir la modificación, que es una apuesta y fuerte de la FIFA.
De hecho, hasta el próximo mes de febrero, el reglamento de Fútbol no sufrirá variación alguna, momento en el que la asamblea del IFAB examinará con lupa, todos los ensayos realizados alrededor del mundo del fútbol, empezando por la tarjeta azul y terminando el posible cambio de la ley de fuera de juego.
Desde que lo puso sobre la mesa, ha habido reacciones de todo tipo. Como es lógico, los delanteros abogan por un cambio, algo que no entenderían defensas y resto del equipo.
En el otoño próximo será el momento de realizar el primer examen, a lo que supondría y el impacto que tendría un cambio. De superar esa prueba, la ley Wenger podía estar sobre la mesa en la siguiente asamblea de la IFAB a celebrar en febrero de 2025.