Davide Ancelotti trabaja con su padre desde hace 12 años. Es la mano derecha del entrenador italiano del Real Madrid. A sus 34 años ya es todo un veterano como segundo entrenador, ya que la primera vez que cogió el cargo tenía sólo 26. Su ambición es clara, algún día ser el ‘primer espada’ de un gran banquillo. Cuenta en ‘L’Equipe’ todo lo que ha vivido y espera vivir en el mundo del fútbol.
El segundo entrenador del conjunto blanco reconoce que su carrera como jugador fue corta, y que siempre le gustó más estar en el banquillo… dirigiendo: «Siempre me ha gustado la táctica y la comunicación. Cuando era pequeño me encantaba ver las entrevistas que daba mi padre. Estuve en sus brazos todo el tiempo. En Parma y luego en Turín conocí a Buffon, Thuram, Deschamps, Zidane…».
Siendo todavía muy joven, y con la treintena aún lejana, su padre le dio la alternativa para ser su segundo en Múnich: «Estábamos en el Bayern y Paul Clement recibió una oferta. Lo recuerdo muy bien, estábamos en Doha. No estaba listo pero mi padre me dijo que sí. ¡Se atrevió a darme esta responsabilidad cuando solo tenía 26 años! Había jugadores mucho mayores que yo: Ribéry, Robben, Neuer… Al principio no es fácil. Eres hijo de… Necesitas ganarte la confianza. Tienes que ser honesto, hacer las cosas lo mejor que puedas. Intenté concentrarme en eso, en lo que podía controlar».
«Las palabras de Zidane llegaban a los jugadores»
Davide coincidió con Zidane en el Madrid en la temporada 2013-14, y recuerda al francés con una humildad notable y cómo era capaz de que sus mensajes llegasen a la plantilla pese a su timidez. «Recuerdo que a Zidane ya le costaba transmitir sus mensajes. Es reservado por lo que no habló mucho, pero sus palabras llegaron perfectamente a los jugadores. También estaba su humildad. Este lado humilde lo hace más grande. Después, ganar tres Champions seguidas no es fácil. Me gustó mucho su carácter. Al igual que mi padre, tiene la capacidad de crear un buen ambiente a su alrededor».
El italiano también desveló un secreto de su padre en el día a día: le gusta ser cuestionado. «Lleva 30 años entrenando y adaptándose. Supo integrar a jóvenes en su plantilla (Francesco Mauri, también asistente, 35 años). Nuestro papel es bastante simple: desafiarlo, retarle… Creo que lo necesita», afirma Davide sobre Carlo.
En sus declaraciones a ‘L’Equipe’, Davide dio una de las claves del éxito de este Real Madrid: el grupo. «Nuestras grandes estrellas no tienen ego. Vinicius, Bellingham, Rodrygo, Valverde… son jugadores de equipo. Nunca son ellos ante el grupo», insistió.
Y ve claramente a un jugador como técnico en el futuro: Kroos. «Toni es entrenador, podría explicar tranquilamente al grupo cómo debemos jugar contra el City», afirma.