Puertas está viviendo sus últimas semanas como jugador del Granada y ante el Alavés recibió una camiseta en conmemoración por sus 250 encuentros como rojiblanco, una cifra redonda que alcanzó en la anterior jornada. El acto, en los prolegómenos del encuentro, tuvo sabor a despedida y al almeriense se le pudo ver con un semblante más serio de lo habitual en estos casos, como reflejo a la difícil temporada que está viviendo uno de los símbolos recientes del granadinismo.
El partido, que terminó con victoria para el conjunto de Sandoval, tuvo un regusto amargo para Puertas, resignado en el fondo del banquillo sin la oportunidad de disputar un solo minuto. El técnico madrileño optó por otras soluciones para refrescar al equipo, apostando por Arezo, Hongla o Arezo antes que por el de Benahadux.
El protagonista del extremo andaluz ha menguado este curso de forma significativa. Puertas acumula 25 encuentros y en solo cinco de ellos ha partido como titular, sumando un total de 650 minutos, cifras muy por debajo de sus registros en las cinco campañas anteriores, en las que siempre ha superado los 30 partidos y 2.000 minutos sobre el césped.
250 partidos después, Puertas se ha convertido en uno de los estandartes recientes del granadinismo, abanderando una de las épocas más brillantes en la historia del club. Pero para llegar hasta Europa, el almeriense acompañó al Granada desde el barro, marcando en cinco categorías diferentes defendiendo la elástica rojiblanca. Si nada cambia, su etapa como jugador nazarí toca a su fin, pero el sello de Puertas ya es imborrable.