Gonzalo Melero volverá a estar en una convocatoria mes y medio después de su sanción de cuatro partidos por sus palabras en zona mixta del Santiago Bernabéu. El madrileño ha sido duro al afirmar que «he pagado yo los platos rotos, pero creo que puede ayudar para que en un futuro haya más libertad de expresión«. Ha sido la primera comparecencia de un futbolista de la UD Almería ante los medios del club días después del descenso de categoría y el centrocampista ha hablado de ello y de cómo se ha sentido él a nivel personal durante esta temporada.
«Se ha hecho muy largo. Entrenar sin ese aliciente del fin de semana es mucho más complicado, entrenar sin poder ayudar a mis compañeros en la situación en la que estamos es duro, pero he intentado ayudarles en el día a día y estoy con ganas de volver a pisar el verde. Quiero participar en estos últimos cinco partidos y defender esta camiseta hasta el final».
«El día que se consuma el descenso definitivo no es un día más, pero es verdad que la situación estaba muy complicada y las esperanzas eran mínimas. Anímicamente está siendo una temporada muy difícil, personalmente la más difícil de mi carrera, tanto a nivel individual como colectivo. Este vestuario necesita desconectar, que llegue el final de temporada porque lo que estamos viviendo es muy complicado. Tenemos que intentar competir bien los últimos cinco partidos y sumar los puntos que podamos. Todo el mundo se juega muchas cosas y la afición y el club se merecen que el equipo de la cara hasta el final. No hemos estado a la altura».
«Obviamente no era el pensamiento que tenías al principio de la temporada. Vinieron muchos buenos jugadores. La temporada ha salido como nadie quería y al final son situaciones del fútbol. Es difícil consolidarse en Primera División, los equipos van subiendo y bajando porque hay mucho nivel, yo lo he vivido durante toda mi carrera. Tanto los jugadores como la gente del club tienen que pensar en las situaciones que han pasado esta temporada y aprender de ellas para mejorar. Estoy seguro de que pronto estaremos de vuelta en Primera».
Este vestuario necesita desconectar, que llegue el final de temporada porque lo que estamos viviendo es muy complicado
«A modo de experiencia personal las veces que he vivido algo así, sí que es verdad que cuando ha empezado una nueva temporada tienes ganas de demostrar que has podido tener un mal año y que se han dado varios condicionantes por los que no han salido las cosas. La gente dentro tiene un nivel futbolístico alto bajo mi punto de vista y es verdad que por ciertas circunstancias la mayoría del equipo no ha logrado estar a su 100% y eso nos ha lastrado. Estoy seguro de que todo el mundo va a tener esa mentalidad de revancha desde el primer día. He aprendido mucho de las situaciones que he vivido y este año no va a ser menos».
«Sobre todo humildad. Saber quiénes somos, cuáles son nuestros objetivos y el año que viene saber que cada partido va a ser una guerra. Ya estamos viendo como es la Segunda División. Todos los partidos son muy difíciles, juegues en casa o fuera, juegues contra el primero o el último. El Almería va a tener muy buena plantilla, pero eso no te asegura nada. Habrá que tener los pies en el suelo».
«Sí, es importante. Lo primero porque estamos defendiendo el escudo y también porque la afición se merece que estemos ahí hasta el final, intentando mejorar el nivel. Se lo debemos porque también ha sido un año muy difícil para ellos. Luego también porque cada uno se juega cosas hasta el final, todo el mundo tiene sus intereses personales y colectivos. Hay que dar la talla hasta el final porque somos profesionales. El tema de las rachas también es importante. Intentar quitarnos esa losa desde ya de que al equipo le cuesta mucho ganar. Si no ganamos ninguno de los cinco partidos, hablaremos de ello a principio del año que viene y si ganamos, hablaremos de otra cosa».
Hay que dar la talla hasta el final porque somos profesionales.
«Ha pasado lo que creo que todo el mundo sabía que iba a pasar. Es mucho más fácil sancionarme a mí y ponerme cuatro partidos. Desde el primer día sabía que iba a ser la cabeza de turco. Sinceramente creo que puede servir para el futuro para todos mis compañeros de profesión. Abogar por esa libertad de expresión. Creo que no hay la misma vara de medir con todo el mundo, eso es una realidad y casi todo el mundo lo sabe. He pagado yo los platos rotos, pero creo que puede ayudar para que en un futuro haya más libertad de expresión y se pueda hablar de las sensaciones que tienes dentro de un terreno de juego y si no, que no nos saquen a prensa. Todo el mundo quiere que hablemos y si no dices lo que ellos quieren escuchar pues no les gusta».
«Tenemos partidos complicados, hay gente que se está jugando cosas importantes. A ver si somos capaces de liberarnos, de jugar con menos presión, tratar de divertirnos haciendo lo que nos gusta y ver las mejores versiones de nuestros jugadores. El domingo tenemos un partido bonito en un estadio en el que siempre hay buen ambiente. Ellos se están jugando el descenso y seguro que van a dar el 100%. Es un buen partido para estar a la altura».
Ellos se están jugando el descenso y seguro que van a dar el 100%.
«Mis sensaciones este año han sido las peores a nivel individual en una temporada desde que soy profesional. Ha sido sin duda la temporada en la que menos he jugado y que menos he sentido que podía ayudar. Hay veces que le tienes esa manía y te apetece menos entrenar porque estás viendo la situación. Nosotros somos enamorados del fútbol, queremos revancha y he intentado venir todos los días a los entrenamientos con esa esperanza de poder volver a ser importante, pero por unas cosas o por otras este año no ha sido así. Por eso afronto los cinco últimos partidos con ganas de jugar y demostrar».
«Si una cosa llevo yo siempre por bandera es la realidad. No podemos decir otra cosa. Es verdad que ha habido partidos de mala suerte, de bajas importantes como las de los delanteros, pero cuando estás ahí tantas jornadas es por algo más. Ya lo han dicho varios compañeros, lo ha dicho el club, lo he dicho yo antes, no hemos dado lo que club y afición esperaban de nosotros y hemos pedido perdón, no podemos hacer más. Es indudable que el vestuario lo ha intentado, ha venido todos los días con ganas de mejorar y de ganar. Ha habido partidos en los que el equipo ha estado a buen nivel, pero no ha valido con eso. Pedimos perdón a la afición que siempre ha estado ahí, a veces nos han criticado, pero faltaría más con el año que llevamos que no lo hicieran. El otro día cuando un grupo cantaba en contra de los jugadores, la afición creo que nos apoyaba incluso. Entendemos perfectamente que nos critiquen porque son merecidas. Ojalá en estos cinco partidos vean un equipo que les devuelva la ilusión».
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